Además de que Nicaragua fue el último de los países del Alba en pronunciarse contra el veto impuesto para que Venezuela no asista a la Cumbre de las Américas, que se celebrará en dos meses en Perú, este viernes el gobierno de Daniel Ortega sorprendió porque no votó en contra de una resolución que rechaza las elecciones en Venezuela, convocadas por el régimen de Nicolás Maduro.
La resolución fue aprobada por 19 países durante una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
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El representante de Nicaragua, Luis Alvarado, se abstuvo durante la votación. Con esta resolución, el Consejo Permanente de la OEA se pronunció contra la celebración de elecciones en Venezuela convocadas por la Asamblea Constituyente chavista para el 22 de abril, en las cuales la oposición había rechazado participar.
Piden elecciones libres
La resolución exhorta al Gobierno de Venezuela a postergar las elecciones y presentar otro calendario electoral que haga posible la realización de elecciones con todas las garantías necesarias para un proceso libre, justo y transparente.
El representante de Nicaragua pudo tomar la decisión de rechazar el proyecto de resolución, tal como hizo Bolivia, pero igual que El Salvador escogió la abstención.
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Ortega ha sido uno de los líderes incondicionales de Venezuela en foros internacionales, desde los años de Hugo Chávez en el poder, pero recientemente había mantenido silencio después que el
Gobierno de Perú dijo que Nicolás Maduro no iba a entrar al suelo ni al cielo de su país mientras se desarrollara la Cumbre de las Américas, prevista para el 11 y 12 de abril próximo.
Cuba y Bolivia emitieron una carta de rechazo a la exclusión de Venezuela el pasado 14 de febrero, con la sorprendente ausencia de Nicaragua, que hasta esa fecha ya era costumbre que acompañara los pronunciamientos a favor de Maduro.
Ortega reapareció sin diatriba antimperialista
Sin embargo, este miércoles Ortega rompió el silencio. Abogó por la participación de Venezuela en la Cumbre de las Américas, en un acto de conmemoración de la muerte del general Augusto C. Sandino. Con un tono conciliador, dijo que “el camino para resolver los problemas es encontrándose” y también citó a Jesucristo para decir que “el que esté libre de pecado que lance la primera piedra”.
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Hasta junio de 2016, Ortega había tenido una posición radical en contra de las críticas del secretario general de la OEA, Luis Almagro. El 14 de junio de 2016, el Gobierno de Nicaragua, representado por Denis Moncada Colindres, pidió la renuncia de Almagro en la Asamblea 46 que se celebraba en República Dominicana, acusándolo de injerencista por su criticas al régimen venezolano.
Todo cambió con Nica Act
La posición de Nicaragua comenzó a cambiar con la amenaza de la aprobación de la iniciativa Nica Act, actualmente en el Senado de Estados Unidos, que implicaría sanciones económicas al gobierno de Ortega por las violaciones a la democracia, a los derechos humanos y la falta de investigación de la corrupción.
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El silencio de Ortega coincide con su peor momento en la relación bilateral con Estados Unidos. El Gobierno de ese país manifestó a LA PRENSA su esperanza de que Nicaragua se ubique del lado de los países democráticos en la presión contra el régimen venezolano, a fin de que en Venezuela hayan elecciones “libres y justas” para que se dé un cambio de gobierno.
Sanciones a Roberto Rivas
En diciembre pasado, el gobierno estadounidense sancionó al magistrado presidente del Consejo Supremo Electoral, Roberto Rivas Reyes, aliado de Ortega. Finalmente, tras semanas de silencio, el mandatario —a través del legislativo que controla— decidió retirarle las funciones y transferirlas al vicepresidente de este poder del Estado, el sandinista Lumberto Campbell.
Sin embargo, los críticos de Ortega señalaron que Rivas Reyes mantenía su inmunidad y el sueldo de cinco mil dólares mensuales que devenga.
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Además de este mensaje de Estados Unidos, congresistas estadounidenses han pedido al gobierno de Donald Trump que sancione, igual que a Rivas Reyes, a Francisco López, vicepresidente de Albanisa y tesorero de Ortega, quien administra de manera discrecional la cooperación venezolana, además de que en el Senado de Estados Unidos se encuentra también el proyecto Nica Act que si logra aprobarse, podría ordenar a Estados Unidos que vote en contra de las solicitudes de préstamos que haga Nicaragua si no hay avances a favor de la democracia.
Justifican “abstención”
Tras la votación en el Consejo Permanente de la OEA, el representante de Nicaragua, Luis Alvarado, explicó en su intervención que su posición es no reconocer la votación. “Nicaragua quiere expresar de manera categórica y quiere dejar claramente sentado su rechazo total y desacuerdo con la convocatoria y la resolución presentada, por lo que desconoce todo lo que se ha actuado. No participa de la votación porque no reconocemos la legitimidad de la misma”, dijo Alvarado que, antes de tomar la palabra, cargaba su celular dirigiéndolo al micrófono desde donde se expresaba.
Esta versión fue puesta minutos después en el medio oficialista El 19 Digital, en una nota en la que el Gobierno expresó su “rechazo” a la resolución, pero no dijeron una palabra de que el voto fue de abstención.
Así fue la votación
En contra de la resolución de rechazo a las elecciones de Venezuela votaron las delegaciones de Venezuela, Bolivia, Surinam, Dominica y San Vicente y Granadinas.
En la votación llamó la atención que aliados tradicionales de Venezuela en la OEA, como Ecuador, Nicaragua y El Salvador, se hayan abstenido.
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En particular se evidenció un resquebrajamiento del bloque de países caribeños, que hasta ahora había servido como red de contención en el Consejo Permanente a la aprobación de resoluciones contrarias a Venezuela.
“Somos muy respetuosos de la decisión de cada país sobre como votar. Hay muchos problemas en la región y respetamos a los países que se dedican a resolver sus problemas internos”, se limitó a comentar Samuel Moncada, representante de Venezuela ante el Consejo Permanente, en una conferencia de prensa, según la agencia AFP.