Vecinos del barrio capitalino Bello Horizonte buscan a un sujeto al que responsabilizan de varios robos con intimidación y hurtos domiciliares.
Al menos tres personas dijeron ayer haber sido víctimas de este sujeto, al que califican de “azote” y del cual tienen nombre, dirección, fotos y videos, que han presentado a la Policía sin que esta institución haya hecho algo para capturarlo.
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Ernesto Linarte Altamirano, una de las víctimas, gracias a una cámara de seguridad, logró captar en video al sujeto in fraganti mientras forzaba la puerta de su vivienda.
En el video que Ernesto Linarte proporcionó a las autoridades queda en evidencia cómo el ladrón abrió el portón de la vivienda y con un arma forzó una de las puertas para sustraer del interior del negocio dos computadoras portátiles, ambas valoradas en mil dólares.
“El robo fue el 6 de febrero (de 2018) a las 7:19 de la noche. Yo salí a buscar un medicamento a la farmacia. Me tardé 15 minutos y cuando regresé encontré el portón abierto. Lo primero que hice fue revisar mis cámaras de seguridad y vi en el video a la persona que se introdujo a mi casa y hurtó mis dos laptops”, explica Linarte.
Después de llamar a la Policía, los oficiales llegaron a eso de las 11:45 de la noche a hacer el peritaje. Según Ernesto Linarte, estos le explicaron que tenían otros “casos de mayor relevancia”.
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Para obtener más información del culpable, la víctima publicó el video y capturas de pantalla del rostro del ladrón en Facebook y ofreció 350 dólares de recompensa a quien le diera el nombre, dirección y demás información sobre él.
Cuando consiguió la información se la envió a Raúl Arias, miembro de la delegación policial. “Les di el video, les mandé fotos y les mandé información de la persona”, confirma Linarte.
Otras víctimas
Otra de las denunciantes, que prefiere omitir su nombre, también fue víctima de robo. Aparentemente el mismo sujeto ingresó a su vivienda entre las 3:00 y las 5:00 de la mañana del 7 de febrero de 2018. En este caso el ladrón sustrajo una laptop y dos celulares, todo valorado en 1,250 dólares.
La víctima interpuso la denuncia en la misma delegación, pero los Policías solo llegaron a tomar fotografías. No hicieron peritaje, aduciendo que “todos (los peritos) estaban ocupados”, explica. “Nosotros sospechamos de un muchacho al que le dicen el Azote de Bello Horizonte, es un renco”, asegura la víctima.
La misma mañana del robo el esposo de la denunciante preguntó a unos señores que estaban barriendo la calle si habían visto a alguien con un bolso de computadora, porque su familia había sido víctima de un robo. “Ah… ese debe ser el tal renco. Hace poco a mi jefe también le robaron. Si querés te doy la dirección, porque él lo tiene en video y foto”, le dijeron.
“El renco”
Ernesto Linarte y la otra víctima llegaron a la delegación policial con las pruebas. Cuando el jefe de sector vio los videos y las fotografías reconoció al ladrón.
Cuando ambos estaban con los oficiales llegó la tercera víctima. Un niño de unos 12 años a quien le había robado un celular en la calle. A este le mostraron el video y reconoció al sujeto, de quien además dijo que tenía una forma de caminar extraña, cuentan las víctimas que estaban con él.
Justicia por sus propias manos
Días después de que entregaron a la Policía las pruebas, los oficiales aún no habían capturado al sujeto. Cuando ambos amenazaron con capturar a “el renco”, con sus propias manos, el oficial Adrián Orozco preguntó, según Ernesto Linarte: “¿Y qué posibilidades hay de que nos llamen cuando lo vuelvan a ver?”.
A Linarte, por otro lado, le dijeron que caería preso si él hacía justicia por sus propias manos.
Según la víctima, que quiso omitir su nombre, el oficial Orozco le confirmó que ya conocían al presunto ladrón y que tenían fotos de él porque ya había estado en la delegación policial, pero se escapó porque “es bravo”.
LA PRENSA buscó la versión de Adrián Orozco, pero este se excusó diciendo: “Estoy en un trabajito privado ahorita. Tal vez me llama en otro momento. Tengo aquí enfrente al jefe y me va a llamar la atención, discúlpeme” vía telefónica.