La laguna de Tiscapa no siempre estuvo olvidada. Hubo una época en que los managuas aprovechaban sus aguas claras para ir a nadar en las temporadas más calientes. Y su popularidad fue tanta que a la orilla de la laguna se construyó un anfiteatro donde se hicieron conciertos y presentaciones culturales. También, se construyeron restaurantes y ranchos que al poco tiempo fueron destruidos.
En la parte más alta de la laguna se construyó un palacio que desde 1931 hasta 1972 sirvió como casa presidencial. Este fue el último lugar que Sandino visitó antes de ser asesinado.
Sin embargo, el daño a esta laguna de origen volcánico inició en los ochenta cuando el alcalde sandinista Manuel Santos autorizó la construcción de un cauce que conduciría a la laguna las aguas pluviales de la zona sur de Managua, llevando así basura y sedimentación. Esta medida fue tomada para evitar las inundaciones que ocurrían en la zona más baja de la capital.
Domingo les muestra un recorrido gráfico de los años en que la laguna de Tiscapa fue un atractivo turístico de la capital.
Durante muchas décadas Tiscapa fue un lavandero público. Allí llegaban mujeres de toda Managua con grandes canastos de ropa en la cabeza y pagaban un córdoba para usar las rocas donde restregaban las prendas, dice un reportaje de LA PRENSA de 1969. La mayoría de ellas lavaban la ropa de sus patrones y algunas envejecieron en esa labor. LA PRENSA / ARCHIVO
Lea también: Alcaldía de Managua pretende rescatar Tiscapa
En los años treinta se consideró como una opción para abastecer de agua a Managua. Sin embargo, después de hacer algunas proyecciones sobre el suministro a largo plazo se concluyó que la laguna era muy pequeña, explica el Sistema Nacional de Aguas Protegidas (Sinia). LA PRENSA / CORTESÍA/ ARCHIVO IHNCA
Además: Tiscapa: el coliseo abandonado de Managua
Puede interesarle: Tiscapa reabre para el público