A pocas horas de haber anunciado el traslado de un equipo especializado en investigación y alertar a las fronteras, la Policía Nacional confirmó el rescate del niño de tres años Aristides Alfonso Osejo Baca, secuestrado la mañana de este viernes en Chinandega.
“Ya está en nuestras manos, sano y salvo”, se limitó a decir el subdirector de la Policía Nacional, comisionado general Francisco Díaz, sin ofrecer mayores detalles.
Aristides Antonio Osejo Escalante, padre del niño, agradeció el apoyo de los chinandeganos que se movilizaron durante las cinco horas de búsqueda.
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“Él no sufrió maltrato, gracias a todos y a la Policía que hizo un buen trabajo. El niño está un poco asustado”, mencionó el progenitor antes de ingresar a una unidad policial.
Cuando el niño Osejo Baca, de 3 años, asomó su rostro a las 6:00 p.m. de este viernes, en el portón norte de la delegación policial en los brazos de su padre y de su madre Luvi Alexandra Baca, los pobladores que se aglomeraron alrededor celebraron su rescate.
Los pobladores demandaron castigo contra los tres sospechosos capturados y originarios del reparto La Florida, sur de la ciudad de Chinandega. Además, se abalanzaron sobre el camión color blanco, placa CH 21689 (de cajón metálico), en el que fueron conducidos los sospechosos, pero oficiales de la Policías lo resguardaron.
Extraoficialmente se dijo que los sospechosos intentaron sacar al menor por el sector de El Guasaule. Aunque Díaz ofreció información horas después de recuperarlo, hasta la noche del viernes no hubo mayores datos.
Solo versiones extraoficiales
Sobre el móvil del secuestro y mayores detalles del mismo, únicamente se contaban con versiones extraoficiales.
La jefatura de la Policía designó para la investigación al también subdirector de la institución, comisionado general Ramón Avellán, quien se desplazó a esa ciudad. A cargo de las tareas estaba un equipo técnico especializado de investigación, de inteligencia y delitos criminalísticos, pero también “alertamos puestos de control de fronteras y tenemos circulado el vehículo”, dijo Díaz
“Todo el sistema policial y sus diferentes componentes como el público, el componente de inteligencia policial estamos trabajando en identificar, capturar al autor, a los autores y rescatar con vida al niño”, había insistido Díaz.
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El operativo de alerta había incluido el control de 102 puntos ciegos en la frontera norte del país, activó a la población en vehículos y motocicletas junto a las patrullas policiales, técnica canina y una avioneta que sobrevoló desde las 3:00 p.m., sobre senderos, caminos y cañaverales de Chinandega, en los municipios de El Realejo, Chichigalpa y El Viejo.
En la búsqueda no faltó la participación de los llamados Gabinetes de la Familia, confirmó Arelis Zeledón, secretaria política del Frente Sandinista en el municipio de Chinandega, y también se involucraron instituciones como Migración y Extranjería.
A través de las redes sociales hubo más de un comentario en los cuales se destacaba que la Policía tenía capacidad de indagar un hecho, si se lo proponía, aunque no todos los casos recibían igual tratamiento.
Primera versión oficial
Díaz explicó que, según denuncia de Aristides Antonio Osejo Escalante, padre del niño, “sujetos desconocidos secuestraron a su hijo”.
“¿Cómo describe los hechos? Que cuando viajaba en motocicleta, tipo caponera, acompañado de la asistente del hogar de nombre Yelba Escalante, de 22 años, ella refiere que le fue arrebatado por un sujeto que se dio a la fuga en un automóvil color blanco”, fue la versión oficial más detallada que hasta anoche se conocía del secuestro.
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En la zona se conoció que un sujeto con gafas oscuras, con un pasamontañas y portando arma de fuego había secuestrado al niño. Extraoficialmente se conoció que la Policía rastreó la casa de una sospechosa del reparto La Florida, donde supuestamente la dejó el vehículo blanco con el menor.
En ese momento el padre del pequeño celebraba la inauguración de un centro ferretero en el barrio La Libertad, mientras su madre laboraba en una aseguradora del barrio Guadalupe.
Por otra parte, el secuestro generó zozobra en la población. El profesor Róger Alvarado dijo que fue una situación que jamás se había experimentado, con los padres nerviosos buscando a sus hijos en las escuelas e institutos.
Un delito poco frecuente
En las últimas horas se han conocido algunos casos de intentos de secuestro, como el cometido por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta en el sector del barrio El Riguero, a la que subieron a la fuerza a una menor de once años, quien tras forcejear con ellos los obligó a abandonarla en las inmediaciones de la Colonia 10 de Junio. Otro intento se mencionó con otra menor en Jinotega.
Es de destacar que el secuestro es uno de los delitos que poco se registra en Nicaragua. Hasta ahora el caso más relevante de secuestro ocurrió hace 15 años, a mediados de abril, en Carretera Sur, en contra del niño José Stevens González Pineda, en ese entonces de cinco años.
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En ese tiempo el pequeño González fue secuestrado por cuatro sujetos, quienes interceptaron el taxi en el que trasladaban al pequeño rumbo al Preescolar Mincaito, ubicado en el kilómetro 10 y medio de la Carretera Sur.
Cinco días después del secuestro, el niño fue encontrado por campesinos en el sector de Las Calabazas, poblado de Ciudad Darío, donde fue abandonado por sus captores cuando estos eran cercados por tropas especiales de la Policía Nacional que participaron en lo que se llamó Operación Patojo.