Kevin Castillo Rosales, de 27 años, fue asesinado de siete disparos, la noche del lunes, en la comarca San Pedro de Kininowas, del municipio de Wiwilí, Jinotega.
Castillo salió a comprar víveres para su casa en compañía de su hermano menor, Alfredo Castillo Rosales, de 23 años, y sus dos primos José Rafael y José Israel García, de 19 y 18 años, respectivamente.
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Al regresar fueron interceptados por varios sujetos, de los cuales solo uno fue identificado como Carlos. Los sujetos se quedaron discutiendo con la víctima, quien regresó con los demás y les dijo que se fueran rápido del lugar.
Tenía miedo que lo mataran
Según la pareja de la víctima, Seneyda del Carmen Valdivia Cornejos, de 17 años, Kevin le dijo que sentía que lo perseguían. “Él (Kevin) dijo que se iba a quedar en el monte para refugiarse, no dio mayores explicaciones, solo dijo me voy a ir a quedar al monte porque tengo miedo que me maten y me dijo que si llegaban los hombres a la casa que no les dijera nada de él y después de eso se fue”, dijo la joven.
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Aproximadamente 15 minutos después, la familia de Kevin escuchó doce disparos, por lo que inmediatamente salieron a buscarlo, encontrándolo en el camino con varios impactos de bala.
Según el forense que realizó la autopsia, el cuerpo de Kevin presentaba seis impactos de bala, uno en el estómago, otro en el ombligo, un tercero en la parte derecha del pecho, otro en la pierna izquierda, un quinto disparo en el pubis y el último en la cabeza. El caso sigue siendo investigado por las autoridades.