Autoridades policiales costarricenses capturaron el pasado fin de semana a 30 nicaragüenses que vivían en condición migratoria irregular en cuarterías de Cutris de San Carlos, norte de Costa Rica, fronteriza con Nicaragua, donde se ubica la mina ilegal Crucitas, informó la tarde de este martes el Ministerio de Seguridad Pública.
De acuerdo con la información oficial del Ministerio de Seguridad Pública, oficiales de la Policía de Fronteras, de la Fuerza Pública y de la Policía Profesional de Migración, con apoyo de la municipalidad de San Carlos y del Ministerio de Salud, realizaron operativos sorpresas donde capturaron a los 30 nicaragüenses.
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Todos fueron puestos a la orden de Migración y Extranjería para que sean devueltos a Nicaragua. El operativo sirvió para que las autoridades también encontraran ventas clandestinas de licores, entre otras irregularidades.
Varias cuarterías ilegales funcionan en esta comunidad, así como locales comerciales que igualmente operan sin controles de salud o permisos municipales; ante la fiebre desatada por la extracción ilegal de oro de nacionales y extranjeros en la mina Crucitas.
Un tico con orden de captura
La Policía de Fronteras detuvo a un sujeto de apellido González, costarricense contra quien había orden de captura nacional por robo agravado. Además, ubicaron a un menor de edad a quien entregaron al Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
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La policía también encontró una pistola calibre 380 con un cargador y 13 balas. Además, incautó una escopeta calibre 12, mercurio usado para la extracción irregular de oro en Crucitas, carros y dos motocicletas.
Las cuarterías fueron clausuradas, al igual que un local comercial donde decomisaron 26 cajas de cervezas para un total de 726 unidades.
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