En estado crítico de salud se encuentra el joven René Torres Montenegro, de 20 años, luego que según sus familiares, fuera baleado por la Policía Nacional en las inmediaciones del kilómetro seis y medio de la carretera norte mientras se dirigía a su vivienda la noche de este lunes.
Según Román Torres, hermano de la víctima, el joven salió de su trabajo en La Taquiza de los Robles pasadas las once de la noche junto a un compañero. Iban en moto.
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Torres relató que al circular sobre la marginal en el kilómetro seis y medio de la carretera norte el compañero le dijo a su hermano: “René apurate porque veo que unos motorizados que nos miraban de forma sospechosa.(…)”.
“Él (René) tiene poco tiempo de andar en moto y de tener su licencia y por más que quiso acelerar lo alcanzaron, el otro muchacho logró avanzar, se refugió en una gasolinera y al ver que no estaba René a su lado, regresó y lo encontró en el suelo con un impacto de bala en la cabeza en el lado izquierdo y otro impacto al mismo lado del pecho”, narró el hermano de la víctima.
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Los familiares aseguran que Torres fue atacado por la Policía Nacional y aclararon que el joven no es estudiante activo de ninguna universidad y tiene dos años de haber dejado los estudios para dedicarse a su trabajo.
“Pocas probabilidades de vida”
Los familiares del joven expresaron que en la mañana de este martes 15 de mayo Torres fue operado en el hospital Lenín Fonseca y los médicos de turno les han informado que se “encuentra inconsciente y con pocas probabilidades de vida”.
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Al hospital se hicieron presente dos patrullas de la Policía Nacional, quienes, según la familia del joven, expresaron que llegaban a “investigar”.
A la llegada de los oficiales los familiares más cercanos fueron llamados a declarar por más de dos horas. Luego les dijeron que debían ir “al lugar de los hechos y a entrevistar a el compañero de trabajo de Torres”, para continuar con la investigación.
Entre lágrimas los familiares exigieron a las autoridades policiales “justicia” y criticaron que la Policía “solo hace el parapeto”.
“Él venía de su trabajo, no venía de ninguna vagancia y no era ningún delincuente (…) lo agarraron prácticamente como un perro”, dijeron a LA PRENSA.