El transportista Luis Jiménez, quien participaba este miércoles de la cuarta sesión del diálogo nacional como invitado de los representantes del Gobierno, llegó armado hasta las instalaciones del Seminario Nuestra Señora de Fátima. Monseñor Rolando Álvarez denunció este hecho durante la sesión plenaria e invitó a los representantes de los diversos sectores a no portar armas.
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Fuentes de la Conferencia Episcopal aseguran que Jiménez no estaba en la lista y que era la primera vez que llegaba a una sesión del diálogo nacional. Monseñor Álvarez dijo que supieron del arma blanca a través de un detector de metales. “Tuvimos que decomisarla momentáneamente”, dijo Álvarez. “Si venimos aquí, solo venimos, todos, con la fuerza de a razón”, agregó.
Jiménez participó en la sesión plenaria de este miércoles, luego de que el canciller Denis Moncada le cediera la palabra. “Estamos en un situación y queremos pedirle (al cardenal Leopoldo Brenes) que comencemos por la democratización de los derechos humanos”, dijo. “Estamos estrangulados económicamente, tenemos pérdidas arriba de 20 millones de dólares” aseguró. El transportista aseguró además que lo tranques representan una violación a los derechos humanos.
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Jiménez, conocido por su militancia en el partido de gobierno, fue uno de los principales autores de los tranques y partícipe de la desobediencia civil contra los gobiernos democráticos entre 1990 y 2006.
Este miércoles se desarrolla la cuarta sesión del diálogo nacional en la que se debate un agenda marcada por temas como la realización de elecciones adelantadas, depuración del Consejo Supremo Electoral (CSE) y la Corte Suprema de Justicia (CSJ), reducción de los diputados de la Asamblea Nacional.
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