Los miembros de la sociedad civil, agrupados en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, manifestaron el sábado que no le van a dar el gusto al gobierno de Daniel Ortega de retirarse de la mesa del Diálogo Nacional, porque eso es lo que espera el oficialismo.
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“Nosotros vamos a seguir dialogando, porque a final de cuenta lo que quiere el Gobierno es que nos levantemos de esa mesa y no le vamos a dar ese gusto”, dijo Michael Healy, representante del empresariado y presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic).
Un sector de la población nicaragüense ha cuestionado la continuidad del diálogo con el Gobierno, mientras la Policía y las fuerzas paramilitares siguen matando, torturando y reprimiendo en todo el país.
Bajo protesta
Los miembros de la Alianza Cívica reconocieron que la mesa del diálogo está “bañada de la sangre” de las personas que cada día mueren por la represión policial, pese a los compromisos del propio Gobierno de cesar la violencia, los cuales ha incumplido. Healy dijo el sábado que la participación de la Alianza Cívica en el diálogo era bajo protesta por los asesinatos.
Un mes del diálogo
La instalación de la mesa de Diálogo Nacional, entre el gobierno de Daniel Ortega y sectores de la sociedad civil de Nicaragua, cumplió un mes este 16 de junio.
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La conversación había sido suspendida el pasado 31 de mayo, tras la masacre del Día de la Madre, cuando policías y paramilitares atacaron una marcha pacífica en que la ciudadanía pedía justicia por las víctimas de la represión.