Javier Antonio Pérez Pérez, de 19 años, desapareció el pasado 28 de junio, cuando salió a las 5:00 de la mañana con destino hacia el mercado norte, en el barrio Guanuca, de Matagalpa, donde trabaja como lustrador. Su cónyuge Hazzel Rivera Díaz lo ha buscado por todos lados, incluso en la morgue del Instituto de Medicina Legal, en el complejo judicial en Matagalpa.
Además, Rivera acudió ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) para pedir ayuda. “Como están las cosas, tal vez lo habrán echado preso o estará muerto, saber a dónde y eso me preocupa”, señaló Rivera. Ambos viven en el barrio 25 de Febrero, a orillas del campo Elías Alonso, en Matagalpa.
Según Rivera, Pérez obtuvo un préstamo de dos mil córdobas para comprar plástico y otros materiales para levantar una casa. “Íbamos hacer nuestra casita ahí mismo donde vivimos con mi mamá y con un poquito quería celebrarle el cumpleaños a la niña que era el 2 de julio”, relató Rivera.
Sin rastros
“Me dijo que llegara a la 1:00 p.m. ahí donde él trabaja, pero cuando llegué a esa hora no estaba, pregunté y me dijeron que no había llegado”, señaló la joven.
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El desaparecido viajaba de vez en cuando a visitar a su madre a la comunidad El Carmen, en el municipio El Tuma-La Dalia, de donde es originario. Según Rivera, siempre avisa sobre su viaje, prepara maletas y vende su caja de lustrar, esta vez no lo hizo.
Los familiares de Pérez confirmaron que no se encuentra en esta comunidad, por lo que decidieron buscarlo en el hospital, la morgue y en los tranques. Además acudieron a la Policía, estos dijeron que no tienen a nadie registrado con ese nombre.
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“Yo pido que si lo han visto tal vez me ayuden, porque tenemos a una niña de un año que siempre llama a su papá”, dice Rivera.