El cantautor Carlos Mejía Godoy recuerda la masacre estudiantil de León, acontecida un 23 de julio de 1959, y da a conocer su pieza inédita Oratorio al 23 de julio, la “que en este momento dramático que vivimos cobra mayor significación”, dice su autor.
“Dedico esta obra inédita, escrita hace treinta años, a todos los jóvenes de la Revolución de Abril, quienes igual —que los mártires de León, hace seis décadas— se agigantan en el corazón de esta Nicaragua, sedienta de paz, justicia y libertad”, refiere el músico quien en los últimos tres meses ha producido 15 canciones, a los que valora como “testimonios urgentes”.
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Hace 59 años durante el tradicional desfile de los “pelones”, estudiantes de la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN) protestaban pacíficamente y pedían la liberación de los detenidos en la masacre de El Chaparral (Honduras).
Entonces la Guardia Nacional (GN) disparó a los estudiantes, dejando un saldo de cuatro asesinados y más de sesenta heridos. León se volcó a las calles, indignado por la muerte de los estudiantes.
A continuación dejamos la letra de la obra musical de Carlos Mejía Godoy:
Oratorio al 23 de julio
La premonición
Era el 23 de julio
en León de Nicaragua,
se apagaron las farolas
y se encendieron las máquinas,
la Catedral echó al aire
el bronce de sus campanas
convocando a los creyentes
a la misa esta mañana.
La fuentecita del parque
bisbisea una plegaria,
mientras Jerez parpadea
con las pupilas cansadas.
Nada parece romper
la quietud de esta mañana
y en el cuartel frente al parque
una cascabel reptaba.
Era el 23 de julio
en León de Nicaragua,
se despertó muy oscuro
La Mariíta Villalta,
se persignó despacito
al abandonar la cama,
y tentando entre las sombras
alcanzó a abrir la ventana
con la chispa de un lucero
que en el cielo titilaba,
La Mariíta encendió
su fogón allá en Sutiaba.
Nada parece romper
la quietud de esta mañana,
y entre los dos tenamastes
la burusca crepitaba.
Era el 23 de julio
en León de Nicaragua,
el joven Luis Quintanilla
vino desde Totogalpa,
se tomó su cafecito
con pupusas segovianas,
quiere estudiar Medicina
y ser útil a la patria.
Se pasó la mano izquierda
por la cabeza rapada,
mientras leía sonriente
la papeleta rosada.
Nada parece romper
la quietud de esta mañana,
y un parlante callejero
anuncia con voz bien clara.
“Atención mucha atención..! A todos los estudiantes se les invita a participar en el tradicional desfile de los pelones, que este año estará dedicado a los mártires de El Chaparral, caídos por la liberación de Nicaragua. A partir de las 3 de la tarde toda la población estudiantil se dará cita en la avenida universitaria, para expresar nuestro repudio a la dictadura dinástica de los Somoza”.
2
Las cinco en punto
Sonaron las cinco en punto
en todita Nicaragua.
Junto a la esquina de Prío,
un pelotón de la Guardia.
Sonaron las cinco en punto
en todita Nicaragua.
Frente a los cascos de acero,
las cabezas rasuradas.
Sonaron las cinco en punto
en todita Nicaragua.
Frente a la bala siniestra,
la juventud desarmada.
Sonaron las cinco en punto
en todita Nicaragua.
Cuatro cabezas truncadas,
frente al altar de la Patria.
3
La masacre
Cayó la tarde de julio
herida por bayonetas.
Yo vi ese creciente río
musitando en las cunetas.
Sangre nieta de la sangre,
de Sutiaba y Monimbó.
Tributaria de la arteria
que en Matagalpa brotó.
4
Letanías de la sangre derramada
Sangre de estudiantes
Sangre derramada
Sangre, sangre nuestra
Sangre Nicaragua.
Sangre de estudiantes
Sangre libertaria
Sangre, sangre pura
Flor martirizada.
Sangre de estudiantes
Sangre llamarada
Sangre generosa
Rosa desangrada.
Sangre de estudiantes
Sangre derramada
Sangre sacrosanta
Savia de la patria.