A la crisis financiera que viene arrastrando desde hace varios años el Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS) se suma la drástica pérdida de afiliados desde noviembre del año pasado, que hasta junio acumula una reducción de 110,898 trabajadores. El 78 por ciento de estos empleos formales se destruyeron entre abril y junio, los primeros tres meses de la crisis sociopolítica actual.
El reporte estadístico del mercado laboral correspondiente a junio de 2018, publicado este jueves por el Banco Central de Nicaragua (BCN), detalla que en noviembre del año pasado el INSS tenía 921,328 afiliados, mientras que al cierre del primer semestre de este año la base de afiliados había caído a 810,430. Es decir, una reducción del 12 por ciento en ocho meses.
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El 78 por ciento de estos empleos formales se perdieron durante los primeros tres meses de la crisis sociopolítica que enfrenta el país desde 114 días, con un saldo superior a los cuatrocientos muertos, miles de heridos y decenas de encarcelados y desaparecidos y millonarias afectaciones económicas.
Además, esta pérdida de afiliados se da en momentos en que el INSS requiere de reformas urgentes para evitar la quiebra y en medio de una crisis que se generó cuando el gobierno impuso –sin el consenso del sector privado– una reforma que generó protestas y aunque luego fue derogada, la protesta se mantiene ahora para pedir justicia para las víctimas de la represión y para exigir elecciones adelantadas.
INSS pierde 86,439 afiliados entre abril y junio
Según el reporte del BCN en marzo la planilla del INSS incluía 896,869 afiliados, pero en junio dicha cifra bajó a 810,430, eso significa que entre abril y junio se dieron de baja 86,439 asegurados. Es decir que desde que estalló la crisis el 18 de abril hasta el 30 de junio, el instituto perdió 1,168 afiliados por día.
Los sectores más afectados son: comercio; construcción; y agropecuario, que incluye también silvicultura, caza y pesca.
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A esta reducción de cotizantes reportada hasta junio, se sumarán los empleados públicos –trabajadores de la salud y del sector educativo– que desde finales de julio comenzaron a ser despedidos por el Gobierno, en represalia por no acatar la orden del Ministerio de Salud de no atender a las víctimas que provocó la represión gubernamental en las protestas, o por ser participantes activos de estas.
La pérdida de empleos que refleja el informe del mercado laboral publicado este jueves por el BCN supera la proyección que el presidente de dicha entidad había presentado recientemente.
Gobierno solo proyectaba la perdida de 82 mil empleos
El pasado 17 de julio, Ovidio Reyes, presidente de la máxima entidad bancaria del país, presentó ante medios oficialistas una actualización de las proyecciones económicas donde indicó: “en cuanto al empleo, aún mantenemos nosotros nuestra estimación de pérdidas de 82 mil empleos”.
Sin embargo, la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) en su última proyección de afectaciones provocadas por la crisis, advirtió que a finales de junio se habían perdido 250 mil empleos, entre formales e informales.
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Funides atribuyó la abismal diferencia entre las proyecciones de pérdida de empleos del Gobierno y la de ellos a que seguramente las autoridades solo tomaban en cuenta las bajas registradas en el INSS, mientras que ellos recolectaban la información directamente de las empresas, por lo que incluían además de los asegurados a empleados informales.
Mayoría de actividades afectadas
Por su parte el BCN en el informe explica que “los registros administrativos del INSS indican que en junio la cantidad de asegurados se ubicó en 810,430 trabajadores, mostrando una reducción de 12 por ciento con respecto al mes de junio del año pasado”.
Y agregó que “en términos interanuales, la mayoría de las actividades registraron bajas, exceptuando las actividades: industria manufacturera; y electricidad, gas y agua, que registraron incrementos de 1.4 y 0.2 por ciento, respectivamente”.
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Con respecto al salario promedio nominal de los afiliados, según el BCN, “se ubicó en 10,856.5 córdobas, registrando un crecimiento interanual de 11.1 por ciento. Por su parte, el salario promedio real de los afiliados mostró un incremento interanual de 5.2 por ciento, ubicándose en 4,822.6 córdobas de 2006”.