El expresidente Enrique Bolaños Geyer, durante la entrevista sobre el libro Conspiraciones, escrito por su asesor Pedro Xavier Solís, recordó que durante su mandato (2002- 2007) Daniel Ortega Saavedra conspiró y pactó con Arnoldo Alemán para darle golpe de Estado.
Bolaños Geyer recuerda que sobrevivió a tres maniobras golpistas que lo hicieron tambalear pero no caer: la primera al inicio de su mandato, cuando la Corte Suprema de Justicia envió a la Asamblea Nacional una acusación de haber usado fondos de la “huaca” para financiar su campaña electoral y pidieron desaforarlo.
Puede leer: Historias de sangre, revoluciones y pactos contadas por el expresidente Enrique Bolaños Geyer
Un segundo intento, explica Bolaños, sucedió en 2004 cuando un dictamen de la Contraloría en su contra enviado a la Asamblea Nacional buscó destituirlo del cargo.
Al año siguiente, el tercero urdido por ambos caudillos y la Asamblea Nacional por medio de una reforma constitucional que reducía su poder.
Estas maniobras fueron acompañadas, recuerda Bolaños, de violentas manifestaciones de estudiantes orteguistas, sindicatos y pandilleros, azuzadas por Telémaco Talavera y Gustavo Porras.
Estas acciones conspirativas fueron catalogadas en esos días por el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Robert Zoellick, como de “golpe de Estado incipiente”, y la cobertura de The New York Time y Washington Post advirtió de un “golpe de Estado de golpe lento”, señala el libro de Solís.
Conspiraciones y lucha por el poder
¿Qué es lo que este libro dice, de qué trata? “El título te lo dice: Conspiraciones. Esos cinco años que estuve en la presidencia (2002-207), desde el siguiente día que llegué a la presidencia comenzó esto, la conspiración de Arnoldo con Ortega, y los dos por el poder y las reales”, dice Bolaños.
Lea además: Expresidente Enrique Bolaños: “Le faltan dientes a la OEA”
A criterio del exmandatario este nuevo libro de Solís viene a ser un complemento de su voluminoso libro La lucha por el poder El poder o la guerra, el cual abarca desde los años de la independencia hasta su periodo de gobierno.
¿Fue en alguna medida el gobierno de Bolaños culpable de la causa del retorno de Ortega?, es una de los interrogantes que se plantea en Conspiraciones.
Muchos fuimos culpables de eso, porque en el libro Pedro habla del “efecto mariposa” que vuela en la China y tiene efecto en Nicaragua y en otras partes del mundo. Las cosas suceden por un cúmulo de razones.
Por ejemplo, si vamos atrás, en la guerra civil de los dos bandos, la guardia de Somoza y Ejército Popular Sandinista (EPS) que ya venía con uniforme, y después se formó como ejército, que haya llegado al poder es por culpa de muchas personas, incluyendo (Jimmy) Carter, el Departamento de Estado, que no quisieron darse cuenta, hacer otras cosas o tolerar que el sandinismo tomara el poder.
Otra manera fue el pacto que hizo Arnoldo con él (Ortega), si él no ha hecho el pacto no gana y sucede lo que pasó.
También el libro menciona el repacto.
En el 2005 Arnoldo hizo otro pacto, son dos pactos, el primero en 1999 cuando era presidente…
Y usted vicepresidente.
Y yo vicepresidente, pero él es el que pactó. Y la primera legislatura se hace de la reforma constitucional en diciembre de 1999 y la segunda legislatura en marzo del 2000, que era ley lo que pactaron. Cuando en el gabinete nos damos cuenta que pactó hubo un revuelo total… y se le culpa.
Él trató de decir, primero porque estaba sufriendo los ataques de Ortega con su programa de “gobernar desde abajo”. Y cuando toma posesión mandó a levantar todo el adoquinado de la avenida a la UCA, frente a Radio Ya, por los ataques de estudiantes (dirigidos por orteguistas).
El libro habla de “tentativa de golpe de Estado”, en 2004, y un dictamen de la Contraloría lo acusa.
Ella se presta, la Contraloría, especialmente el que era presidente… no te voy a decir el nombre, pero se presta precisamente para que termine el periodo.
Porque Arnoldo había prometido, esto no lo dice el libro, está bien claro con varias citas de las diferentes veces que Arnoldo había dicho que yo iba a estar en la presidencia solo seis meses porque voy a renunciar. Nos van hacer renunciar, dice. Y la Contraloría se presta y le manda a decir a la Asamblea Nacional que me destituya del cargo.
Puede también leer: Ortega y Alemán boicotearon a Bolaños para crear crisis energética
Estoy en Libia buscando el perdón de la deuda de 230 millones dólares, con la HIPC (Países Pobres Altamente Endeudados) y me vine de regreso, en carrera, a defenderme, y ganamos.
Su mandato también tuvo un tercer periodo de crisis en 2005 aún más largo, y se habla de un “golpe de Estado lento”, y de reformar la Constitución. Hábleme un poco de esto.
Bueno, reformaron la Constitución en 2005, en el segundo pacto. Arnoldo ya está en la cárcel, y Ortega lo saca y lo manda a El Chile (hacienda), con una juez sandinista; y es más, siete veces lo cambió de prisión, lo tuvo en la DIC (Dirección de Investigaciones Criminales), en la cárcel Modelo, estuvo en el hospital, restricto como tres o cuatro meses, y después le dieron todo el departamento de Managua. Le rompieron el espíritu combativo que tenía Arnoldo.
Y entonces en el pacto que hacen con él es que me quitan poderes de la Presidencia. Entonces quedo como un presidente para asuntos diplomáticos o protocolarios.
(Sobre estas tres maniobras de destitución, Bolaños brinda información detallada en su libro La lucha por el poder El poder o la guerra).
Intentaron tomarse la Presidencia
¿Este año usted también se enfrentó a las turbas orteguistas?
El 26 de abril me enfrento a las turbas, eso era a cada rato que me echaban estudiantes de universidades del Estado, no privadas, y funcionarios de la Alcaldía de Managua. Hacían los morteros en la Universidad Nacional de Ingeniería, Telémaco Talavera; y también estaba ahí un jefe, que está ahora de presidente de la Asamblea, Porras, que era el que manejaba los sindicatos y pandilleros.
Entonces me dicen a mí que se está planeando una manifestación so pretexto de llegar a reclamar cosas a la Asamblea Nacional, pero que van a romper el cerco que ponen en los semáforos y van a avanzar hasta el edificio de la Presidencia y entrar.
Vi los estragos que hicieron unos médicos en el Ministerio de Hacienda rompiendo computadoras, sacando archivos, volteando escritorios, etc., y yo les decía si entran así a la Presidencia, aquí va a haber tiros, golpeados, rajados de cabeza, algo va a hacer la Policía para detenerlo.
El libro hace referencia de un acuerdo para el diálogo.
Cuando estaba bajo esa amenaza de quitarme los poderes, le pido al PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) que me consiga un buen mediador que pueda ayudarme con la contraparte a negociar, y consiguió a un uruguayo, político, profesor universitario, Manuel Flores.
Puede leer: ¿Hacia dónde va Nicaragua?
Y vino y llegaba…, y ofrecen esto… El único con quien no podían hablar y no quería nadie del PLC hablar era con Ortega; entonces me proponen algo porque aprueban la reforma constitucional y ya no tengo los poderes legalmente, pero con este señor el 12 de enero del 2005 llegamos a un acuerdo para el diálogo, en el que todas esas reformas, y cada uno de los artículos le iban a poner una colita que dijera que esto no va a aplicar hasta que deje la Presidencia.
Eso es lo que firmé, terminé tranquilo mi período, el 13 de enero, al día siguiente lo rompió, no lo cumplió. Porque siguió la Asamblea, y porque decía la colita que no se aprobaría ninguna ley si no es mediante un acuerdo entre PLC, FSLN y poder ejecutivo. Y al día siguiente, en la Asamblea, bam, bam, bam, aprueban un poco de leyes y nombran a un pencazo de gente.
Historia se repite: Ortega no cumple
El método de los sandinistas es negociar al borde de la guerra, como el caso de Sapoá, ¿cuál es su apreciación?
Hay varias maneras de guerra, primero como son comunistas, son marxistas-leninistas, el marxismo-leninismo tiene un punto de ataque, dice que toda cosa es útil para la guerra, todas son armas de la guerra: la educación es un arma, la cultura es un arma, la política es un arma, la economía, la religión es un arma, todo.
El actual Diálogo Nacional está suspendido, ¿cómo lo ve?
En este Diálogo yo vi, y has de haber visto vos en la televisión, es discutir el adelanto de las elecciones, ¿pero cuándo cumplen? Después llegó el momento de hablar sobre eso, “no, no lo cumplo” (dice Ortega), y tergiversa las cosas y cambia, y eso pasé yo, cinco años aguantando eso. Y cada vez me capeaba y logré terminar. Tuvo él que aceptar.
La OEA aprobó la formación de una comisión de varios países que visitará Nicaragua, ¿cree que el Gobierno le dé pase?
Creo que va a tener que darle pase, es mi opinión, no sé. La bola de cristal para predecir el futuro no la tengo conmigo.
¿Ve un camino viable de solución a esta crisis, a temprano o largo plazo?
Bueno, no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista. ¡Claro! Algún día va a tener solución. Él muere, muere ella, mueren los demás, muere Arnoldo, muero yo, morimos todos, hay otro orden, otra cosa totalmente diferente, y eso se acaba.
Lea: Gobierno incumple acuerdo y atasca diálogo nacional
Murió Hitler, pasaron los reyes, los divinos emperadores romanos, pasó Napoleón, todo pasa. Todo cambia, todo pasa, como vamos a pasar nosotros.
Pero volvamos al libro (Conspiraciones), él (Pedro Xavier Solís) lo aclara y se rige por su óptica; pero mi libro (libro La lucha por el poder El poder o la guerra) es más específico porque te pongo las evidencias y te voy narrando lo que va sucediendo, en tanto él narra lo general. El título lo dice, Conspiraciones, así viví yo los cinco años… conspiración, tras conspiración.