El exrepresentante de Nicaragua ante las Naciones Unidas (ONU), Julio Icaza Gallard, manifestó que el canciller Denis Moncada, en nombre del gobierno de Daniel Ortega, “abrió una línea de confrontación directa que hasta hoy se había esquivado”, con el discurso furibundo que pronunció esta semana en una de las manifestaciones progobierno, muy alejado de un vocabulario diplomático.
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“El discurso de (Daniel) Ortega y de su canciller Moncada es totalmente esquizofrénico. Ambos han perdido todo respeto y credibilidad. Un discurso compuesto por una sarta de contradicciones y mentiras bochornosas”, opinó Icaza Gallard.
El exdiplomático opinó que esta nueva etapa “es parte del endurecimiento de Ortega tras la matanza en las barricadas y en los tranques”, para detener las protestas ciudadanas que iniciaron en abril y que fueron brutalmente reprimidas por la Policía y fuerzas paramilitares.
Ortega desafía al mundo
El rechazo de Ortega al Grupo de Trabajo de la Organización de Estados Americanos (OEA), el bloqueo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que tiene el objetivo de darle seguimiento a la crisis que vive el país, también forma parte de esta nueva etapa de Ortega, según Icaza.
“Está desafiando a la comunidad internacional. El problema es que Ortega está parado en un pantano, en el que cada día se hunde más, arrastrando al país hacia el desastre. El deterioro económico es acelerado y a la crisis de derechos humanos se está sumando una crisis humanitaria.
Nicaragua ya es un elemento desestabilizador en la región centroamericana, una región asolada por el narcotráfico y el crimen internacional. Algo que no están dispuestos a permitir ni los EE. UU. ni los otros países latinoamericanos”, aseveró Icaza. El país vive una crisis desde abril, provocada por la represión contra las protestas civiles. Organismos de derechos humanos reportaron más de 440 muertos hasta finales de julio pasado.
Crisis en Nicaragua
El canciller Denis Moncada pronunció un discurso el miércoles reciente al concluir la contramarcha oficialista, que fue convocada por el Gobierno para contrarrestar la manifestación de los autoconvocados que pidieron ese día la liberación de los presos políticos.
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Moncada se ciñó a la posición del Gobierno que declaró “non grato” al Grupo de Trabajo de la OEA, el cual tiene el objetivo de visitar el país y darle seguimiento a la crisis, para comprobar “in situ” las afectaciones a los derechos humanos.
El canciller dijo que no permitirán la intervención extranjera, ni la injerencia “sobre todo guiados y consentidos por los Estados Unidos”. El exdipomático Julio Icaza destacó la importancia de defender la democracia y los derechos humanos en un mundo interdependiente.