El joven Vidal José Canizáles Hernández, hijo de Oswaldo Canizales —quien fue esposado y arrastrado por unas tres cuadras en las calles de Jinotepe, Carazo—, fue enviado a juicio este martes por los delitos de tortura, secuestro simple, robo agravado, lesiones físicas y psicológicas en perjuicio de José Antonio Palacios Velásquez y de José Roberto Castro Flores, ambos trabajadores de la Alcaldía orteguista de Diriamba.
Además se le acusa de crimen organizado, secuestro, terrorismo, portación de armas de fuego. La decisión judicial fue tomada durante una audiencia inicial, realizada a puertas cerradas en los juzgados de Diriamba, Carazo.
Pedro José Flores Álvarez, Sergio González y/o Hernán de Jesús López Vílchez; e Ismael Calderón y/o Ismael Álvarez, también fueron acusados por los mismos delitos.
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Carol Urbina, titular del juzgado de Distrito Penal de Audiencias de Diriamba, consideró que hay suficientes elementos de pruebas y que la acusación está bien circunstanciada, por tal razón elevó la causa a juicio con carácter de tramitación compleja para el próximo 5 de noviembre.
Además, giró orden de captura y allanamiento de morada para Sebastián González Rocha, José Vidal Abud Jirón, Pedro Rafael Chong Gago, Denia Villavicencio Flores y de Jeison Antonio Canizáles Hernández, acusados de coautoría de los delitos antes referidos.
Estaba en Managua
Según Aída Hernández, madre del acusado, su hijo trabaja para una cooperativa de microbuses y considera que la detención y el proceso contra su hijo “es injusto porque el día que estas dos personas trabajadoras de la Alcaldía fueron secuestradas, mi hijo ese día (20 de junio) estaba trabajando en Managua”, dijo.
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Además explicó que su hijo iniciaba a trabajar a las 5:00 a.m. y terminaba a las 7:00 p.m, y el secuestro de los trabajadores de la Alcaldía fue a las 1:00 p.m., según le notificaron las autoridades.
Hernández denunció también que un policía la agredió cuando ella pretendía hablar con su hijo, mientras era sacado de los juzgados. “(El policía) me aruño el brazo, se pusieron violentos y se lo llevaron a mi hijo”.
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Al salir de los juzgados, otro de los policías que custodiaban a los procesados amenazaba a Canizáles Hernández diciéndole “no te me parés, no te me parés”, informó su madre, quien además expresó que durante la audiencia, la juez no le permitió hablar al abogado defensor de su hijo.
Los hechos
Según la acusación del Ministerio Público, los procesados instalaron tranques por el sector de la gasolinera Puma “La Inmaculada”, en Diriamba, y por el sector del colegio San José, en Jinotepe, donde cometían robos, secuestros y actos de tortura.
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El 20 de junio, detalló el escrito, fueron secuestradas y torturadas las supuestas víctimas, a quienes además se les despojó de sus pertenencias: ropa, zapatos, celulares, dinero, alhajas, documentos personales y una moto en la que se movilizaban.
A Pedro José Flores y a Sergio González, junto a unos 15 o 20 sujetos encapuchados que portaban armas de fuego, se les atribuye de haber interceptado a los afectados.
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