14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Microcrédito

El sector registra una caída entre 4 y 9 por ciento en la colocación del microcrédito hasta junio, debido a la crisis sociopolítica. LA PRENSA / ARCHIVO

Microcrédito busca salvataje para superar la crisis en Nicaragua

Planean crear fondo de 10.5 millones de dólares para proveer liquidez a instituciones ante paralización de desembolsos de los fondeadores

Durante los primeros tres meses de la crisis sociopolítica que enfrenta el país, la semiparalización de las actividades económicas provocó una reducción de al menos 52.3 millones de dólares en la cartera de crédito, la pérdida de 60,170 clientes y elevó a 10.6 el porcentaje de la cartera en riesgo mayor a treinta días entre las instituciones asociadas a la Cámara de Microfinanzas (Asomif ).

Teniendo en cuenta que no todas las instituciones de microcrédito pertenecen a Asomif, la afectación al sector puede ser mayor.

Hasta ahora el deterioro de la cartera no ha provocado el retiro de ningún fondeador, ni exigencias de pagos adelantados de parte de ellos, pero mantiene paralizados los desembolsos y esto pondría a algunas de estas entidades a “un paso del cierre”.

Lea además: Microfinancieras piden normativa para aliviar a deudores afectados por crisis

Es por esta razón que el sector quiere crear un fondo de emergencia. “Estamos hablando de un fondo de 10.5 millones de dólares (a un plazo de tres años), pero según las recomendaciones que hemos recibido, vamos a tratar de evaluarlo para ajustarlo a estas recomendaciones que nos dieron de no verlo como un fondo de emergencia inmediata, sino a mediano y largo plazo, por lo que podría ser de un monto más alto de hasta 15 millones de dólares y a más largo plazo. Eso dependerá de la capacidad de ejecución que tengamos”, explicó Sharon Riguero, directora ejecutiva de Asomif.

Dicha organización aprovechó la IX Conferencia Centroamericana y del Caribe de Microfinanzas, que concluyó el viernes en El Salvador, para pedir el apoyo de los financiadores para la creación del fondo que se utilizaría para proveer liquidez a las instituciones que no han podido seguir entregando desembolsos a sus clientes.

“El fondo evitaría que la falta de desembolsos siga causando problemas de mora, ya que cuando no hay flujo de efectivo a los clientes, ellos se sienten amenazados de que no tendrán más desembolsos y piensan sí deben pagar, porque también ellos han sido afectados. Es darles una especie de salvataje para que puedan seguir operando porque no tener liquidez las pone a un paso de cerrar”, explicó Riguero y añadió que de las más de 27 socias, dos de ellas son las más afectadas.

Asomif confía en que los fondeadores grandes, que tienen más capacidad de tener inversión de riesgo, y los organismos multilaterales responderán positivamente a la petición.

“En cuanto a los acreedores lo bueno es que están estables, no están saliendo en una corrida ni nada parecido. Están observando al país para continuar con la actividad que venían haciendo. Pero tampoco están incrementando desembolsos”, indicó la presidenta de Asomif, Verónica Herrera.

Puede leer: Depósitos bajan y mora del microcrédito crece por crisis en Nicaragua

Herrera considera que para retomar el ritmo de desembolsos, los fondeadores requieren señales claras de “hacia dónde va el país y saber cuándo se va a dar tal o cual circunstancia, por eso los hemos invitado a venir a Nicaragua para que vean lo que está pasando”.

Según Asomif, al 31 de marzo las 27 instituciones que pertenecen a la cámara reportaron una cartera crediticia de 545.2 millones de dólares, pero debido a la crisis sociopolítica que inició el 18 de abril, al cierre de junio dicho monto bajó a 492.9 millones de dólares.

“El saldo deudor del monto vencido o cartera en riesgo mayor a treinta días conocida como PAR 30 se había venido construyendo con buenos indicadores de calidad, por eso llegamos a tenerla hasta en 2 por ciento. Pero producto de la crisis se dispara de 5.8 por ciento en marzo a 10.6 por ciento en junio”, reveló Riguero.

En dicho período, todos los sectores que atiende el sector registraron caídas de entre 4 y 9 por ciento en la colocación del microcrédito. “El comercio, el sector pecuario y vivienda son los que tienen la mayor participación en la cartera de riesgo porque son los más afectados”, señaló Riguero.

Agosto con signo de estabilización

Aunque aún no hay cifras oficiales, en julio la cartera siguió deteriorándose, pero desde inicios de agosto comenzó a dar signos de estabilización, dice Herrera, que además explica que la reducción de la cartera fue provocada por la merma de los montos de los créditos, “ya que por la situación todo el mundo quiso tener créditos más pequeños”.

Lea también: Instituciones de microfinanzas de Nicaragua presionan por captar ahorros

Por su parte, Juan José Lagos, de la Fundación Covelo de Honduras, admitió que la crisis que enfrentan las microfinanzas en Nicaragua tendrá repercusiones en el resto de la región.

“Hemos hecho todo lo posible para seguir apoyando a Nicaragua porque tenemos una buena cantidad de recursos colocados en el país y la experiencia siempre ha sido muy buena, por lo que hemos hecho un llamado a las otras instituciones que hemos invertido en Nicaragua a seguir dando el dinero a las instituciones para que puedan seguir atendiendo a la gente”, sostuvo.

Según Lagos, “el retroceso de al menos cinco años que ha tenido el país en estos meses de crisis dejará secuelas… en Honduras ya se siente el impacto… y muchos países nos ven a nosotros como región, por tanto el impacto se va a irradiar a toda la región”.

Proyecciones del año

Asomif había proyectado un crecimiento de entre el 10 y 12 por ciento para este año, sin embargo, “si la situación no se normaliza de aquí a octubre es muy probable que tengamos un decrecimiento, pero aún no calculamos de cuánto va a ser”, dice la presidenta de Asomif, Verónica Herrera.

Asomif confía en que sus socias saldrán de esta crisis ya que es muy distinta a la provocada en 2010 por el Movimiento No Pago, que se caracterizó por no tener voluntad de pago.

Louis Guezou, oficial de inversiones en América Central de Alterfin Bélgica, coincide con Herrera en que la crisis actual es muy distinta a la generada por los no pago en 2010 y considera que las lecciones que dejó ese episodio facilitarán la recuperación del sector en la actual crisis.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí