Una adolescente de 16 años denunció que fue víctima de una violenta detención, golpes y abuso sexual por parte de oficiales de la Policía de Ciudad Sandino y encapuchados armados con los que la institución opera ilegalmente.
La agresión contra la menor de edad ocurrió a eso de la 5:00 de la tarde del martes, en la salida de un centro de internet (cíber), situado cerca del edificio de la alcaldía de ese municipio. Según la denunciante, quien este jueves llegó a la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), “venía de hacer una investigación del colegio cuando me interceptaron tres camionetas Hilux y varios hombres armados, una parte eran policías y otra vestían de negro, con capucha y armas de guerra”.
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Los sujetos les gritaron a ella y otros muchachos, con quienes coincidió al salir del local, que se detuvieran y se pusieran de rodillas que los iban a revisar. “Yo dije pues que lo hagan, no tengo nada de ocultar”, recordó.
De inmediato algunos de los jóvenes asustados salieron corriendo, pero ella se quedó por miedo a ser atacada por los encapuchados.
A los demás chavalos que salieron huyendo, unos motorizados les dieron persecución.
En tanto, los paramilitares y policías la registraron, le quitaron el teléfono y le decían que ella era una “terrorista, golpista y que la habían visto en las marchas”, relató.
Además la acusaron de formar parte de los autoconvocados y ella negaba las aseveraciones, situación que provocaba que la ira de estos aumentara.
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“Me golpearon con la cacha de un fusil, me dieron en la espalda, dos golpes en la pelvis, me enchacharon y me tiraron al suelo. ‘Esta chica va pa arriba’, gritaba uno de ellos”, contó la adolescente.
La joven asegura que los sujetos pensaron que ella era estudiante universitaria. Ella está en secundaria.
Ella relató que los hombres la colocaron en una de las paredes de la Alcaldía de Ciudad Sandino y empezaron una revisión que más bien fue un manoseo abusivo.
“Cuatro hombres me revisaron cada parte de mi cuerpo, me tocaban y me golpeaban, me manosearon, me llena de asco, porque eran hombres que yo no conozco, estoy molesta porque me tocaron toda”, denunció la adolescente.
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La menor asegura que le levantaron la camisa. “Empezaron a tocar todo mi cuerpo, no hubo un solo lugar que no me tocaran. Fueron cuatro los paramilitares que me agarraron a mí, tocaron mis pechos, todas las partes de mi cuerpo”, dijo muy enojada por la situación a la que fue sometida.
“Me tocaron mi integridad, ningún hombre me ha tocado de la forma tan cochina, tan bárbaros, de cómo me tocaron ellos”, enfatizó, al tiempo que afirma que desde ese día “no puede dormir bien porque sigo pensando en cómo me agarraron cuatro hombres que me tocaron a su gusto y antojo”.
¿Acento cubano?
La adolescente señaló que algunos de estos hombres “tenían acento cubano”, porque decían: “pa´l suelo, pa´l suelo, esta chica va pa´rriba” y en ese momento “identifiqué que no eran de aquí, eran cubanos y morenos”.
La menor fue puesta en libertad a petición de uno de los oficiales. Su papá pide que se castigue a los responsables.
Segundo caso de violencia infantil
Esta es la segunda denuncia pública contra agentes policiales y paramilitares por parte de menores.
El 22 de agosto entre ocho y diez policías con uniforme color oscuro y chalecos en los que se leía DOEP (Dirección de Operaciones Especiales Policiales) retuvieron, intimidaron y torturaron a un menor de 14 años al marcarlo con la aguja de una jeringa con las siglas del partido FSLN.
El policía que le marcó el brazo izquierdo tenía un pasamontañas y mientras hacía tal acción, otro le apuntaba en la sien con un fusil AK y uno que asegura hablaba con acento cubano, “como la (presentadora) de Caso Cerrado”, le advertía “si vos hablás matamos a tu familia y te matamos a vos”.
Hasta ahora la Policía no ha presentado a los responsables de esa arbitrariedad.