Tal como representantes del sector exportador lo habían advertido, la relación comercial entre Nicaragua y Venezuela se sigue deteriorando. El volumen de los envíos realizados entre el 1 de enero y el 31 de agosto de este año a ese mercado registra una caída del 89.9 por ciento con respecto al mismo periodo de 2017, mientras que los ingresos generados por estas ventas cayeron en 85.8 por ciento.
De acuerdo con el reporte del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex), entre el 1 de enero y el 31 de agosto de este año se enviaron al mercado venezolano 6,574 toneladas de productos; mientras en ese lapso del año pasado se habían mandado 65,160 toneladas.
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Las ventas realizadas en el periodo de referencia de este año solo incluyen cuatro productos: carne de bovino, azúcar, maní y desperdicios de papel. En tanto, la leche, derivados lácteos, frijol, ganado en pie y otros que entre enero y agosto del año pasado tuvieron ventas importantes, este año no reportan envíos.
Con respecto a los ingresos que generaron estas ventas, el Cetex detalla que entre enero y agosto de este año Venezuela desembolsó 14.72 millones de dólares por estos productos. En los mismos meses del año pasado, la colocación de productos nicaragüenses en ese mercado generó 104.22 millones de dólares.
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La relación comercial entre Nicaragua y Venezuela inició en 2008 tras la firma de acuerdos entre ambos países en el marco de la cooperación petrolera y alcanzó la cúspide en 2012, cuando el envío de productos locales a ese mercado generó 437.80 millones de dólares en ingresos y convirtió a ese país en el segundo socio comercial de Nicaragua, superado únicamente por Estados Unidos, que tradicionalmente ha sido el principal comprador de los productos nicaragüenses.
Pero desde 2013, este intercambio empezó un descenso que se profundizó a partir de agosto del año pasado, cuando Estados Unidos le impuso al Gobierno de Venezuela y a la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), empresa dueña del 51 por ciento de Alba de Nicaragua (Albanisa), de la que es parte Alba Alimentos de Nicaragua SA (Albalinisa), empresa local que realiza los envíos hacia el país suramericano.
Sin embargo, previo a estas sanciones, los exportadores locales ya temían el fin de la relación comercial debido a la reducción de volumen de importación de crudo y derivados venezolanos, registrada a partir de la caída del precio internacional del petróleo.
Los exportadores advirtieron que “el mecanismo establecido era una especie de intercambio” a través del cual se pagaba parte de la factura petrolera. Esto en su momento provocó altas ventas de carne, leche, derivados lácteos, ganado en pie, frijol y otros productos que han tenido que buscar nuevos mercados.
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Es buen mercado
Guillermo Jacoby, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), atribuye el deterioro de la relación comercial con Venezuela a la crisis económica que enfrenta ese país y que limita su capacidad de generación de divisas.
“En el momento en que Venezuela mejore económicamente, será un mercado al que nosotros vamos a querer entrar porque definitivamente ese es un buen mercado para los productos nicaragüenses, ya que ellos producen muy pocos alimentos, su economía depende del petróleo”, dijo Jacoby.
Añadió que otra circunstancia que benefició en su momento a Nicaragua fue la mala relación, por asuntos políticos, de Venezuela con Colombia, que además de ser su vecino es uno de sus proveedores de alimentos. Y aunque esta relación en su momento también podría mejorar, Jacoby confía en que en algún momento Nicaragua puede recuperar ese mercado.