En medio de una fuerte lluvia, llegó la madrugada de este sábado a Jinotepe, el cuerpo del autoconvocado Jefry Gabriel Calero, de 20 años. Calero, murió electrocutado el pasado jueves en Costa Rica, país al que había huido por la represión orteguista.
Calero tenía aproximadamente tres meses de estar trabajando como jardinero en Costa Rica. Tras la represión y hostigamiento del gobierno orteguista, huyó de Nicaragua hacia Costa Rica por vereda. Él había participado en varias de las manifestaciones en contra del régimen. “Me da pesar mi niño, él era muy bueno, por ir a ganarse la vida, encontró la muerte”, dijo Juana Valerio, su madre.
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El cuerpo de Calero es velado por sus familiares y este domingo por la mañana será su entierro. Al recibirlo, sus familiares y amigos gritaban: “Jefrey, ¡presente!”.
Sobre su muerte
El pasado jueves, mientras Calero podaba un árbol, no se fijó en el alambre del tendido eléctrico y al tocarlo murió electrocutado.
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La madre de Calero se enteró de su muerte cuando regresaba de vender comida. “No me querían decir, pero ahí vino una señor, me dio una pastilla y me dijo que mi hijo acababa de fallecer”, contó.
A Calero le gustaban los deportes extremos. Con su patineta y bicicleta realizaba acrobacias en el parque central de la ciudad. Asistir al gimnasio era otro de sus pasatiempos favoritos, porque le gustaba mantenerse en forma.
Su secundaria la estuvo estudiando en el instituto público Juan José Rodríguez, pero desertó, porque sentía que tenía que cooperar en los gastos del hogar. Antes de emigrar, estuvo trabajando en una pizzería.