Más aislamiento, menos dinero de los organismos financieros internacionales, más recesión económica, menos empleos, más pobreza, menos consumo, es lo que le espera a Nicaragua si el país es suspendido de la Organización de Estados Americanos (OEA), valoró este lunes el sociólogo y analista político Óscar René Vargas. Una realidad al que país sería expuesto por Daniel Ortega.
El régimen ha desoído los reiterados llamados de la comunidad internacional y de los Estados miembros de la OEA, de cesar la represión policial y paramilitar contra las protestas civiles, que ha dejado entre 322 y 528 fallecidos.
La expulsión de la OEA sería uno de los posibles escenarios–uno de los más dramáticos– a los que Ortega expondría al país, si continúa su camino violento. El viernes pasado, el secretario general del organismo, Luis Almagro, advirtió que, de seguir así, invocaría el artículo 20 de la Carta Democrática, que implica gestiones diplomáticas en aras de solución de la crisis.
Este lunes, la expresidenta Laura Chinchilla dijo que la comunidad internacional debe pasar de la condena retórica a los hechos, refiriéndose a que se debe ejercer más presión sobre el Gobierno de Nicaragua ante las violaciones de derechos humanos que se han cometido en el país.
Efectos inmediatos
Vargas manifestó que los efectos inmediatos de la separación de la OEA, contemplada en el artículo 21 de la Carta Democrática, serán la “caída de los recursos líquidos (dinero en efectivo), para respaldar las reservas internacionales, corralitos financieros (bloqueo a los bancos para retener el dinero en el país), descenso de las inversiones extranjeras y nacionales, incremento del desempleo, disminución del ingreso de las familias, contracción de la construcción”, enumeró.
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El exembajador de Nicaragua ante Alemania, José Dávila, expresó que la Carta Democrática es el código de ética política que tienen que cumplir todos los gobiernos de América”.
“Les señala su responsabilidad con los principios y valores de la democracia, y señala los mecanismos de sancionar a los gobiernos que no cumplan con esas normas”, explicó Dávila.
Se invoca cuando hay una ruptura del orden democrático, que es lo que ocurre con Nicaragua.
Muertes al por mayor
Este viernes 19 de octubre, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, advirtió durante la sesión extraordinaria del Consejo Permanente que si continúa la represión en Nicaragua esto obligará a ese organismo a recurrir al artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana.
Almagro dijo que cuando en un país hay violaciones a los derechos humanos y muertes al por mayor “estamos ante la caída del estado de derecho”, mientras lamentó la sangre derramada desde abril, cuando iniciaron las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega.
Entre 325 y 528 personas han muerto desde el 19 de abril, según organismos de defensa de derechos humanos.