Cuando Félix Alvarado miró fijamente a Randy Petalcorin alimentó sus deseos. Vio lo que quería observar, a un oponente desgastado por la categoría y un poco alejado del foco mediático. No obstante, eso es lo de menos, lo más importante del filipino fue cuando reveló su estrategia: alejarse de los puños del Gemelo, contragolpear y hacerlo fallar constantemente para clavar su izquierda punzante.
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Esa es la estrategia que más le conviene a Petalcorin. Tiene una mejor técnica que el nicaragüense, posee mejores ángulos de tiros y una colocación exquisita. Estamos hablando de un excampeón mundial interino de esa categoría, quien perdió el cetro en una decisión dividida. En la teoría sus dados podrían funcionar, pero existe el mundo real y Félix se muestra con las características suficientes para destrozar cualquier tren de pelea que no sea el suyo.
Petalcorin buscará como alargar la pelea hasta la distancia, él sabe que tendrá el espaldarazo de los jueces y Alvarado tratará de evitarlo, así de sencillo se resume en el papel el combate del próximo lunes. Alvarado tiene a su favor el combate contra Fahlan Sakkrerin, un peleador depurado con mucha movilidad y con una estrategia similar a la del filipino y El Gemelo lo desarticuló rápidamente. Pudo más un tanque lanzando bombas a paso lento que la ágil onda.
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El Gemelo fracasaría si trata de guardar recursos, si piensa moverse más y no entrar en las brasas. Su naturaleza es el riesgo, salir con la cara magullada o las cejas partidas, ese es el sello de un guerrero tal cual como su reflejo en Argentina cuando fue flanqueado ante Juan Carlos Reveco. Los 14 nocauts en sus últimas 15 peleas asustan a cualquiera, y con una preparación de cuatro meses totalmente certificada por ser espectacular de inicio a fin, indica que su fortaleza de puños y gasolina inagotable se impondrán sobre el estilo depurado y en reversa de Randy, un rival nada fácil y con experiencia.
El Gemelo nunca olvidará lo que es estar recibiendo castigo tras castigo y sentirse impotente al no poder devolverlo, eso pasó ante Kazuto Ioka, y ante Reveco aprendió lo que es apretar las tuercas en el momento adecuado, no dejar vivo a la presa porque en el boxeo los descaros son parte del día a día.