Aunque la persecución policial contra los autoconvocados, miembros del Movimiento Campesino Anticanal, del Movimiento 19 de abril; y opositores al gobierno ha bajado su intensidad en la Isla de Ometepe, los turistas nacionales y extranjeros son los grandes ausentes en la zona.
De acuerdo con un gerente administrativo de uno de los hoteles más importantes de Moyogalpa el turismo sigue en capa caída. “Tenemos 38 habitaciones y, en la primera semana de noviembre solo se hospedaron tres turistas; y en la segunda semana solo uno se apareció. Con eso no alcanza ni para el pago del personal y se hace un gran esfuerzo familiar por mantener abierto, trabajando sin ganar y la misma familia se encarga de dar mantenimiento”, explicó el encargado del hotel isleño.
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Recordó que noviembre es el inicio de la temporada alta y ya para esta fecha todas las habitaciones se encontraban reservadas para navidad y fin de año; y en este año, hasta el momento solo tienen una reservación, comentó.
La presencia de policías y antimotines en la isla se ha reducido en comparación a la segunda semana de noviembre, cuando la Policía Orteguista (PO) perseguía a los pobladores que encabezaron las protestas en Ometepe.
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“Ya andan menos guardias (policías y antimotines). Son como tres patrullas las que vemos de arriba abajo, van y vienen de Moyogalpa a Altagracia, ya no está como en los primeros días de noviembre que eran montones de policías que por donde quiera anduvieron buscando cómo llevarse presa a la gente de Ometepe”, explicó un poblador isleño, quien pidió omitir su nombre.
Militarización afectó parejo
“Antes en Ometepe había a lo mucho 20 policías para toda la isla porque aquí no hay mucha delincuencia por eso le llaman el oasis de paz, pero ahora, con nueve presos políticos, más de cuarenta isleños huyendo en Costa Rica, sin turismo, la mayoría de negocios turísticos cerrados y todavía nos han dejado esos policías de negro rondando las calles, esta crisis va para largo y los más pobres somos los que pagamos los platos rotos”, aseguró un productor agrícola.
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La crisis generada por la represión y persecución policial en la zona ha afectado también al sector transporte turístico de Ometepe: a los que rentaban más de 800 motocicletas e igual cantidad de bicicletas, alquiler de equinos y otras actividades ligadas al turismo que se beneficiaban con la visita de miles de turistas en todo el año.