Carlos Tünnermann Bernheim, miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, asegura que esta organización sigue vigente y dispuesta a participar en una reapertura del diálogo nacional, pese a la persecución, asedio y amenazas a sus integrantes.
“Nosotros tenemos formas de comunicarnos, incluso tenemos formas de reunirnos aunque no sea presencial, para eso existen tecnologías que lo permiten. De tal manera que la Alianza sigue funcionando, claro que no con los que están presos injustamente, pero sí todos los demás, estamos siempre activos en las comisiones de trabajo de la Alianza”, dijo Tünnermann este jueves, vía telefónica.
Tünnermann es un reconocido analista político e histórico defensor de la democracia y los derechos humanos desde la dictadura somocista en los años setenta. En la actual dictadura de Daniel Ortega mantiene que la única salida a la crisis debe ser a través de un diálogo nacional, que aborde la agenda de justicia y democratización, con la mediación de los obispos de la Conferencia Episcopal y con garantes internacionales.
Sin embargo, el régimen de Ortega ha insistido en criminalizar a los miembros de la Alianza, acusándolos de intentar darle un golpe de Estado a su gobierno.
Presos y perseguidos
Actualmente, al menos siete integrantes de la Alianza Cívica están presos, acusados de golpismo, terrorismo y otros delitos, entre ellos los campesinos Medardo Mairena, Pedro Mena, Lener Fonseca, Freddy Navas; también los estudiantes universitarios Edwin Carcache, Juan Ramón González, Jonathan López. Mientras que empresarios que participaron en el diálogo, como Michael Healy y el director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), Juan Sebastián Chamorro, son asediados y perseguidos por la Policía Orteguista y paramilitares. Otros miembros de la Alianza huyeron del país y actualmente viven en el exilio.
“Yo vivo a media cuadra de la casa de Ortega. Estoy aquí dentro del perímetro de seguridad. Si a mí algo me sucede tiene que ser de parte de quienes mandan en este país”
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Particularmente Tünnermann vive a media cuadra de la casa de Ortega y hace responsable al régimen de cualquier cosa que le pueda pasar.
“Yo estoy en las manos del Señor. Yo vivo a media cuadra de la casa de Ortega. Estoy aquí dentro del perímetro de seguridad. Si a mí algo me sucede tiene que ser de parte de quienes mandan en este país, porque entrar a este perímetro de seguridad es muy difícil. De tal manera que yo estoy en la Alianza y continúo con esta agenda, pero estoy en la manos del Señor. Mi protección es que soy un católico, creyente y que el Señor está en el lado del bien y no del mal”, expresó Tünnermann.
La casa familiar de Daniel Ortega está ubicada en el reparto El Carmen, de Managua. También es la Secretaría del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y la casa de gobierno. Las inmediaciones de ese lugar se encuentran rodeadas de Policías y de retenes. Cualquier persona que quiere acceder a ese residencial tiene que pasar por una minuciosa inspección policial.
Alianza Cívica
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia nació de la unidad de todos los sectores de la sociedad civil (estudiantes, empresarios, feministas, campesinos) que se sentaron a dialogar con el gobierno de Daniel Ortega a partir del 16 de mayo pasado, para buscar una salida pacífica a la crisis que provocó la represión policial y paramilitar contra las protestas civiles el 18 de abril.
Sin embargo, las conversaciones fueron suspendidas un mes después, debido a que el régimen orteguista se negó a detener la represión que hasta el día de hoy ha dejado entre 325 y 535 muertos desde el 19 de abril, según diferentes cifras de organizaciones de defensa de derechos humanos.