El Walter Ferretti parecía estar en el inframundo cuando perdían 2-0, pero aunque no consiguieron revestir el marcador presionaron al Managua FC a demostrar su casta de campeón. Los protagonistas fueron dos: primero Lucas Dos Santos con su doblete y luego Erling Méndez volando con su capa roja parando un penalti decisivo para continuar intactos en el Torneo Clausura con seis puntos empatados junto a Diriangén y Ocotal, además que alargan su invicto a 16 partidos consecutivos sin perder: 14 victorias y dos empates.
Con el encuentro 2-1 tras la anotación de Manuel Gutiérrez (51’), el Ferretti tuvo al 63’ la oportunidad el empate en los pies del brasileño Paulo Pereira, pero Erling Méndez se vio gigante lanzándose sobre su lado izquierdo y desvió la pelota que reducía su premio de tres puntos a uno solo. Dos Santos había abierto el marcador al 43’ de penalti y alargado al 45’ con pase de Morillo.
Evitan la derrota
El Real Estelí empezó a tragar saliva cuando perdía 2-1, faltando nueve minutos para el final contra el Juventus. Se estaba enredando con sus propios errores. Los Pibes hacían un desafío con decoro para su nivel, el cual reflejaba inferioridad ante los norteños, pero habían remontado con el espaldarazo del Tren tras empezar atrás 1-0 cuando Manuel Rosas clavaba el primero faltando dos minutos para el desenlace del primer tiempo.
No obstante, hubo benevolencia de la fortuna y letargo en el juego del Juventus, incapaz de sostener la mínima ventaja en el tramo final. Un gol de Jason Casco (87’) de cabeza después del córner de Rosas le devolvió la calma al Estelí, no así la alegría porque empataron contra un conjunto endeble, bravo pero endeble.
El empate de los Pibes ocurrió al 49’ por un autogol de Jason Casco. Centro de Robinson Luiz y el defensor no pudo encontrar otro camino que las redes y al 81’ Anderson Treminio puso la ventaja luego de un error de Rosas. Sin embargo, el deporte da segunda oportunidades, y los mismos que provocaron tristeza por sus fallos se lavaron las manos: uno asistiendo y el otro ejecutando para evitar la derrota, no así la frustración.