Con 2,107 metros sobre el nivel del mar, el cerro Mogotón es el pico más alto del país. Ubicado en Nueva Segovia, es un lugar lleno de belleza, fauna y flora, pero atacado por la mano del hombre
En el 2016, LA PRENSA constató el despale que sufre el Mogotón, tras realizar un recorrido por la reserva natural Dipilto-Jalapa, especialmente en la “panza” del cerro, donde nacen importantes ríos como el Mozonte, el Quisulí, el Achuapa y otros, los cuales a su vez riegan distintos municipios segovianos y sus comunidades como Mozonte, San Fernando, Dipilto, Ciudad Antigua, Jalapa, Macuelizo y, finalmente, alimentan el caudal del río Coco.
Los depredadores de bosques han construido angostos caminos para que puedan entrar los camiones y extraer los árboles de pino. Año con año, el Gobierno autoriza la suspensión de la veda para corte y aprovechamiento de pinos en todo el país, incluso en áreas protegidas.
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La frescura del campo la garantizan, además de los árboles, los ríos que abundan en el cerro Mogotón. Lamentablemente, cuando llega la época seca, muchos de esos caudales languidecen.
En toda la reserva natural Dipilto-Jalapa hay grandes parches de bosque talado. Una de las excusas de los madereros para cortar los árboles, supuestamente por órdenes del Inafor, ha sido la presencia en la zona del gorgojo descortezador.
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Debido a la guerra de los años ochenta, gran parte del Mogotón estuvo llena de minas, pero en 2009 fue declarado territorio libre de esos artefactos. Ahora se puede practicar montañismo y otras aventuras extremas.