Los presos políticos “tienen que salir todos y ya”, afirmó monseñor Silvio Báez, en declaraciones brindadas tras concluir su homilía de este domingo. Durante la rueda de prensa, el obispo auxiliar de Managua envió un contundente mensaje al equipo negociador de la Alianza Cívica: “No se olviden del pueblo”.
“El diálogo funcionará en la medida en que el verdadero sujeto activo del diálogo sea el pueblo, poniendo ante todo al ser humano y sobre todo al ser humano más humillado: en este caso nuestros presos políticos”, dijo el sacerdote. Y agregó que “los presos políticos no se negocian”.
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“Así como las libertades y los derechos humanos nunca se pierden, nunca, tampoco se negocian”, enfatizó Báez. Para el obispo, los derechos humanos y la libertad de los presos políticos del régimen de Daniel Ortega deben ser “condición previa para poder entrar a dialogar cosas importantes pero que son secundarias en relación con la dignidad humana”.
Pese a la brutal represión orteguista a las protestas ciudadanas de este sábado 16 de marzo, monseñor Báez sigue convencido de que el diálogo, pero un diálogo de verdad, es el camino para salir de la crisis que atraviesa Nicaragua. “La solución no puede ser, no debe ser violenta”, subrayó.
Sin embargo, dijo, “las personas que se reúnen a negociar, a dialogar, deben demostrar su buena voluntad fuera del recinto” donde se realiza el diálogo, con actos concretos que sean visibles para la población. Es decir, “respetando la dignidad del otro, mostrando buena fe, dando signos de voluntad política, pero no solamente de palabra dentro de la mesa, sino sobre todo fuera”.
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El diálogo no es el fin
Ahora bien, aclaró Báez, el diálogo es un medio, no un fin. Lo importante “no es que las negociaciones vayan adelante “, sino que sean eficaces para lograr que Nicaragua vuelva a ser un país democrático en el que se respeten los derechos humanos y pueda sanearse de raíz toda la estructura del Estado.
A juicio del el sacerdote, para que eso se logre es necesario que los negociadores muestren “su fe cristiana” y no solamente “fidelidades políticas e ideológicas” o la “búsqueda privilegios para una clase, para un partido”. ” No pueden anteponer a la persona humana el capital, la estabilidad financiera, el salvar el dinero. Eso no es cristiano”, expresó el obispo.
El diálogo, destacó monseñor Báez, “no es para lograr un consenso de escritorio” y “no es para alcanzar una paz efímera que solo privilegia a unos pocos en Nicaragua, a unos grupos que siempre han gozado de un estatus social cómodo y no lo quieren perder”. “El diálogo tiene que favorecer a toda la población y debe tener como fin la transformación democrática de Nicaragua”, sostuvo.
Por eso, sugirió, los miembros de la Alianza Cívica deben ser portadores de las angustias, los sueños, las esperanzas y los dolores del pueblo. Y además deben ser transparentes, porque el “secretismo ha hecho mucho daño” en Nicaragua y debido a eso la gente siempre se está preguntando si hay algo “debajo de la mesa”.
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Negociadores tienen “una gran responsabilidad”
En Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, consideró que es necesaria una real “restitución de los derechos constitucionales” en Nicaragua y que son los representantes de la Alianza Cívica quienes deben valorar el contexto y la voluntad del gobierno para reanudar el proceso de negociaciones que se encuentra en un impasse.
Refiriéndose a los acontecimientos ocurridos el sábado, cuando la Policía detuvo a 164 personas que pretendían marchar, el sacerdote señaló que entre los derechos que deben ser restituidos “se encuentra el poder manifestarse pacíficamente y el respeto a la persona, a su dignidad, a su integridad, de tal manera que no se den agresiones físicas”.
“Esperamos también que este círculo de detenciones y liberaciones, detenciones y liberaciones, cese, porque no crea un buen ambiente en Nicaragua”, expresó Álvarez, tras concluir una misa que presidió este domingo 17 de marzo en la catedral San Pedro Apóstol de Matagalpa.
El obispo Álvarez estimó que “los negociadores son personas de reconocida trayectoria en Nicaragua y ellos tienen una gran responsabilidad de cara al pueblo, una gran responsabilidad histórica y deben de saber reflexionar con seriedad el ambiente en el que están negociando”.
A criterio del obispo de Matagalpa, son “los que están negociando en nombre de la Alianza” quienes deben responder si detectan voluntad en el gobierno, porque “ellos allí, todo el día trabajando (en la mesa de negociaciones) se darán cuenta mejor que los que no estamos allí adentro, si en realidad hay una buena voluntad”.
Condenan hechos de violencia
La Arquidiócesis de Managua emitió un comunicado donde “condena y deplora los hechos de la tarde del sábado 16 de marzo en la ciudad capital que evidencian la necesidad de resolver con franca y efectiva responsabilidad la crisis nacional”.
La curia de Managua destacó el caso del presbítero Juan Domingo Gutiérrez Álvarez, vicario de la Parroquia San Agustín, en la zona central de Managua. Este sábado el sacerdote, primo del obispo Rolando Álvarez, fue capturado por la Policía cuando se manifestaba con una bandera de la Iglesia católica en mano.