Resulta increíble que a estas alturas de un peleador que hace un año era campeón mundial nos preguntemos ¿Quién confiscó su futuro? Cristofer González tenía un ritmo de una pelea cada cuatro meses: se coronó dejando con la boca abierta al mundo del boxeo al noquear a Daigo Higa en abril, en agosto noqueó de una derecha mortal al estómago a Paddy Barnes y, en diciembre, su mala preparación cobró factura al perder contra Charlie Edwards. A partir de esa derrota, todo lo que se dice del Látigo se lo lleva el viento.
Comenzaron los descontentos con la promotora Nica Boxing, Pablo Osuna, el representante de William Ramírez en Nicaragua lo dijo públicamente: “Yo no sé qué es lo que quiere o piensa, si no llega a entrenar y hace lo que quiere”, reflejando las grietas en la relación y la falta de compromiso del excampeón, posteriormente empezó su regreso al gimnasio con intermitencia, no como un peleador enfocado en recuperar todo lo perdido, sino como aquel boxeador que haciendo poco o nada pretendía regresar a las alturas y al cielo no se llega sin cuotas de sacrificios.
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Las últimas noticias de González fueron un accidente en el cual destruyó su camioneta y que regresaría a entrenar en otro gimnasio que no sería el Róger Deshon. No obstante, la derrota contra Edwards parece que no solo fue en el cuadrilátero, sino que también fue mental, porque no ha vuelto a ser el mismo. “Desde la defensa contra Barnes él ya estaba descuidado en los entrenamientos y contra Edwards no se preparó para nada. Ahora no se le ha visto adiestrarse”, indicó alguien cercano, que prefirió omitir su nombre. Así que los meses seguirán pasando y la respuesta a la interrogante inicial se ve muy clara: el mismo Látigo se ha encargado de confiscar su presente y futuro.
Detalles
El mexicano Julio César Martínez está como número uno en las clasificaciones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), tras ganarle a Andrew Selby el combate eliminatorio para enfrentar al monarca Charlie Edwards.
Cristofer González, que según decían sus manejadores tenía la revancha asegurada, ha quedado en el limbo, la realidad es otra.