La dictadura sigue azotando al país: la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia expresó este sábado su más enérgica protesta al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo por reprimir y castigar a las empresas privadas y pequeños negocios que se sumaron al paro comercial del pasado 23 de mayo.
Mediante un comunicado público, la Alianza Cívica denunció la nueva modalidad de represión de la dictadura: castigar a las empresas que se sumaron al paro nacional del pasado 23 de mayo, cerrando sus negocios mediante la Policía Orteguista y usando las instituciones públicas para cancelar permisos y licencias de operaciones a pequeños y medianos negocios.
“Respaldamos a las empresas afectadas por esta nueva represión en las medidas legales que interpongan, como instrumento que registre la violación a sus derechos constitucionales por parte de este régimen”, dice el comunicado.
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“Hemos sido informados de múltiples acciones cometidas por instancias públicas, desde el cierre arbitrario y suspensión de licencias y concesiones, hasta el acoso directo y la amenaza”, dice el documento.
“De nuevo el régimen predica lo que no hace. Pide suspensión de sanciones y al mismo tiempo sanciona a dueños de pequeños y medianos establecimientos e incluso grandes empresas, por el simple hecho de mostrar solidaridad con los presos políticos y sus familiares”, reitera la Alianza Cívica.
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“De nuevo el régimen demuestra su talante represivo y arbitrario, así como su desprecio por la libertad”, insiste el comunicado de la Alianza.
En los últimos días, dueños de pequeños negocios en León, Boaco, Managua, Granada y Ometepe, han denunciado que empleados del régimen, funcionarios municipales, junto a policías orteguistas y “sapos” (fanáticos orteguistas que actúan como espías del régimen) han llegado a cerrar negocios y amenazar a sus propietarios.
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En León, mediante intimidación de la Policía Orteguista, cerraron bares y restaurantes; en Ometepe (Rivas) cerraron farmacias y tiendas al igual que lo hicieron en Boaco y otras partes del país donde los empresarios se sumaron al paro.