“Quiero ir escalando paso a paso hasta pelear por el título mundial”, mencionó semanas atrás Giovanny “Baby Face” Gutiérrez. Todavía es muy prematuro valorar el futuro de este boxeador capaz de hablar cinco idiomas fuera del ring, pero solo una sobre las cuerdas: el de la pegada. La Asociación Mundial de Boxeo (AMB) le acaba de confirmar a su promotor, Marcelo Sánchez, la aprobación del combate para el 13 de julio por título Fedecentro de las 122 libras contra el mexicano Argi Cortez.
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El evento se realizará en Futeca, Majadas, Ciudad de Guatemala como una alternativa del promotor nicaragüense de mantener activos y evolucionando a sus pugilistas ante la sanción injusta de la Conibop por el caso de Ricardo Mayorga. Gutiérrez se verá ante el oponente más exigente de su corta carrera. El azteca tiene 14 victorias y solamente dos derrotas, las cuales fueron en sus comienzos. Desde su último revés en 2015 acumula 12 victorias y dos empates, además es parte de los peleadores de la escuadra de Ignacio “Nacho” Beristáin, el mejor entrenador de México.
“Baby Face” tiene mucho por mejorar y, más, después de su última presentación en el gimnasio Nicarao contra Bayardo Ramos. El prospecto de Pinolero Boxing mostró un rostro jamás reflejado en sus seis anteriores peleas en el profesionalismo: lento, golpes dibujados, escaso de oxígeno, mala defensa y sin la capacidad para definir el combate. Ese era otro boxeador del que había mostrado credenciales para causar ruido en el país. Nada que ver con el Gutiérrez que destrozó al guatemalteco Luis Recinos en Ciudad Guatemala y al nicaragüense Jorge Chavarría, a quienes resolvió en un abrir y cerrar de ojos a base de embestir y pegar.
Si “Baby Face” consigue la victoria daría un paso importante para abrirse paso en las clasificaciones de la AMB.