La alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, instó a liberar a opositores presos, al culminar el viernes reciente una visita de tres días a Venezuela, país que vive una crisis de derechos humanos.
“Hago un llamado a las autoridades de liberar a todos quienes estén detenidos o privados de libertad por ejercer sus derechos civiles de forma pacífica”, dijo Bachelet, refiriéndose a cientos de adversarios del régimen de Nicolás Maduro.
El dictador Maduro ha expresado que en su país no hay presos políticos.
“Le pido a Nicolás Maduro que se ponga la mano en el corazón y saque a todos los presos políticos”, dijo un chico, al que Bachelet abrazó cariñosamente cuando concluyó su intervención minutos antes que la alta comisionada para los Derechos Humanos abandonara Venezuela.
La visita de tres días a Venezuela sirvió a Bachelet para constatar que “la situación humanitaria se ha deteriorado de forma extraordinaria”, según afirmó en una comparecencia ante la prensa en la que no contestó preguntas poco antes de subirse al avión de regreso en el aeropuerto de Caracas.
La expresidenta de Chile llegó a Venezuela el pasado miércoles invitada por la dictadura de Maduro, al que la oposición venezolana y gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, consideran un gobernante ilegítimo.
En los tres días en que Bachelet estuvo en Venezuela en visita oficial, se reunió con representantes del régimen y la oposición, incluidos el dictador Maduro y el líder opositor, Juan Guaidó, al que Estados Unidos y la mayoría de países de América Latina y la Unión Europea reconocen como presidente interino.
Sin embargo, Bachelet condenó los episodios violentos vividos en febrero en Venezuela y en sus fronteras con Brasil y Colombia, cuando fuerzas afines al dictador bloquearon el intento de ingreso de lo que la oposición describió como “ayuda humanitaria” donada por sus aliados internacionales.
Recomendó a las partes volver al diálogo
Bachelet también recomendó a la dictadura de Nicolás Maduro y a la oposición volver a establecer un proceso de diálogo que conlleve a una solución de la crisis política e institucional que Venezuela vive desde hace varios años.
La diplomática instó a las partes a trabajar para que Venezuela sea un país de paz y solidario. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que la visita de Bachelet ha sido un “éxito” para Venezuela y expresó que hará suya las recomendaciones de la alta funcionaria de las Naciones Unidas.
La alta comisionada de la ONU designó a dos delegados para vigilar el respeto a los derechos humanos en el país sudamericano.
Durante su estadía en Venezuela, la diplomática pudo constatar la grave crisis de ese país y expresó su preocupación por las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a la nación, ya que tales medidas agravan aún más su crisis.