La auditoría como profesión, no es ajena a los vertiginosos cambios impulsados por la innovación y el avance tecnológico sobre todo en el comercio electrónico, los cuales sin duda, han transformado la forma de hacer negocios y la contabilización de las transacciones resultantes. Es claro además, que estos cambios han impactado positivamente la forma en que el contador público puede llevar a cabo una auditoría financiera.
Enfrentamos también otros cambios significativos como son la inteligencia artificial, el almacenamiento masivo de datos, robots y servicios, seguridad cibernética, entre otros. Sabemos que las compañías más globales ya están iniciando la robotización en sus GBS o centros de servicios compartidos, iniciándose en los procesos contables de transacciones manuales y repetitivas (cobros, pagos, codificación contable, reportes) y enfocándose más en el análisis de los datos.
La pregunta que nos queda entonces hacernos es: ¿hasta dónde puede impactar la inteligencia artificial la forma de hacer una auditoría financiera?. No hay duda que el enfoque tradicional de auditoría deberá adaptarse a las tendencias tecnológicas. A medida que el comercio electrónico crezca, surgirán más variables para analizar, más valores atípicos que investigar y más tendencias y patrones que analizar.
Podemos esperar que la tendencia será ir sustituyendo las tradicionales técnicas de muestreos por los análisis de la totalidad de las transacciones, lo que permitirá al auditor mejorar la identificación de áreas de mayor riesgo, focalizarse en las excepciones y aportar mayor conocimiento del negocio que se obtendría de los análisis de datos. Para efectos de extraer y ordenar la información, la robótica digital y otras herramientas jugarán un importante rol. En la actualidad, con herramientas como “Analytics” ofrecidas por Microsoft, Google, CaseWareAnalytics, entre otros, gigantes informáticos, bases de datos financieras de gran tamaño, pueden ser analizadas para efectos de evaluación de los riesgos y validar la exactitud e integridad de los datos.
Es innegable que las tareas operativas y repetitivas en el proceso de la auditoría financiera están siendo reemplazadas por la inteligencia artificial, pero no hay duda de que el juicio profesional del auditor en el proceso de planeación, evaluación de los riesgos y el alcance de las pruebas de auditoría, difícilmente podrá ser reemplazado por la inteligencia artificial.
*Socio de Auditoría / Deloitte Nicaragua