Un retorno al diálogo como “condición esencial” para salir de la crisis sociopolítica que agobia a Nicaragua desde el inicio de la represión en abril de 2018, así como la disposición del foro de la Unión Europea para usar sus instrumentos políticos ante el deterioro de los derechos humanos en el país, son dos de los varios aspectos destacados en el discurso de despedida del embajador de la Unión Europea en Nicaragua, Kenny Bell.
El discurso, ofrecido el viernes 23 de agosto ante autoridades estatales, cuerpo diplomático, organizaciones internacionales, miembros de la prensa independiente, sociedad civil y empresarios del sector privado y productivo, retrata su visión como representante de la Unión Europea respecto a la situación de represión en el país, al compararlo incluso con un hecho violento ocurrido hace 200 años.
“Así es que no quiero dejarles escapar sin animar un poco la ocasión, hablando de los temas más candentes en el país. Quisiera hablar de diálogo, que seguimos viendo como una condición esencial para resolver la situación política”, dijo Bell, citando cuatro áreas que a su criterio son los más importantes: liberación de presos; garantías y libertades; reforma electoral; justicia.
Lea además: Unión Europea urge libertad de presos políticos en Nicaragua
La masacre de Peterloo y la represión en Nicaragua
“Estos fueron los temas acordados entre las partes. Un paso muy importante. Y creo que urge que se vuelva a la mesa para hablar de estos temas. Para mi estas áreas constituyen todo un proyecto para renovar la institucionalidad del país. Reto pues a todos a juntarse para abordar estos temas críticos para el futuro, llegar a establecer prioridades comunes para el país; allí está el desafío que debe plantearse hoy”, dijo Bell.
El embajador relató un hecho histórico europeo que, diplomáticamente hablando, refleja la terrible situación de represión que Nicaragua sufre bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde el 19 de abril del 2018: “Actualmente se conmemora un evento dramático y trágico de la historia británica, se llama Peterloo. Han salido ahora 5 libros sobre el tema, varias películas, incontables artículos periodísticos y programas de televisión. Me hizo meditar sobre cómo la historia nos va a ver, a nosotros todos”.
“¿Qué fue entonces Peterloo? El movimiento de los chartistas quería cambios políticos: el voto para todos; reformas al sistema electoral. Mientras miles se manifestaban pacíficamente en Manchester por estos ideales, una compañía de caballería les embistió. No se sabe cuántos murieron: mujeres y niños incluidos, se estima entre 11 y 22. Esto pasó hace exactamente 200 años. Fíjense como hasta hoy este incidente, tan lejano que parece, conlleva a una gran memoria, mucho análisis, amplia conmemoración”, relató.
Le puede interesar: Unión Europea va por sanciones individuales
“No es para buscar paralelos, sino para tirar una lección, y llevarnos a la reflexión que debemos todos levantar la cabeza y pensar en el futuro: qué mundo queremos, qué Europa queremos, qué Nicaragua queremos. Porque la gente, la historia, el futuro, recordará”, dijo el diplomático, abogando además, discretamente, por el retorno de miles de exiliados nicaragüenses que han huido a consecuencia de la represión y persecución policial desatada por la dictadura.
“Pensar en mañana es pensar en los jóvenes. Las víctimas de violencia, los exiliados, los que no han podido seguir su educación; el porvenir del país. Nicaragua necesita todo este talento, toda esta juventud, toda esta experiencia, conocimiento, habilidades, potencial, para poder crecer y avanzar como país”, exclamó Bell.
UE no resolverá los problemas del país
El discurso de Bell refleja, a la vez, la posición de los europeos respecto a la situación del país: observación y uso de instrumentos políticos para presionar y sancionar.
“La comunidad internacional puede ayudar, pero no nos cabe resolver los problemas de Nicaragua. El derecho, el privilegio y la responsabilidad final y total están con ustedes. Y tengo confianza que encontrarán el camino. La UE y yo en mis nuevas funciones, quedamos a la orden para contribuir. Recuerdo las conclusiones del consejo de ministros, el más alto órgano decisorio de la UE: El Consejo subraya su disposición a utilizar todos sus instrumentos políticos para contribuir a una salida negociada pacífica de la crisis actual y reaccionar ante un mayor deterioro de los derechos humanos y el estado de derecho”, recordó el embajador saliente.
Según Bell, la Unión Europea sigue apoyando al desarrollo del país, en algunos proyectos específicos: “Podría hablar mucho también de todos los programas de cooperación de la Unión Europea, tanto con Nicaragua como Centroamérica, pero me limito a asegurarles hoy que esta cooperación continua”.
“Seguimos abordando las prioridades globales europeas, por ejemplo: combatiendo el cambio climático (donde contrariamente a lo que se dice del fracaso de los países ricos a actuar, la UE ha reducido en 27% sus emisiones, y ofrece junto con sus estados miembros más de 20 mil millones de euros anuales en financiamiento). Y nuestra cooperación continúa encarando las necesidades del pueblo Nicaragüense, sobre todo los más vulnerables. Por ejemplo, en educación, agua y saneamiento, seguridad alimentaria, temas productivos. También apoyando la sociedad civil, ayudando a las víctimas de violencia, promoviendo los derechos humanos”, recalcó.