La abogada defensora de Yerol Álvarez Rojas, el hombre que el pasado 19 de agosto intentó matar a su expareja Seylit Yecalin Parrales a navajazos, solicitó este jueves durante la audiencia inicial una valoración psiquiátrica para su cliente para determinar el estado de su salud mental.
El juez Edén Aguilar accedió a la petición. Según la defensora, Silvia Vallejos, Álvarez ha estado en atención en el Hospital Psicosocial.
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El juicio contra Álvarez, acusado de femicidio en grado de frustración, fue programado para el próximo 15 de octubre de 2019.
Hay al menos cinco testimonios en contra de Álvarez: dos hermanas de Parrales, su mamá y dos vecinas, además de los policías que investigaron el caso, quienes brindarán sus testimonios en su contra.
Ruth Parrales, hermana de la víctima, narrará en el juicio todos los maltratos que sufrió la víctima durante la relación que sostuvo con el agresor desde 2017 y en la que procrearon una hija.
Según Parrales, la víctima decidió separarse de Álvarez debido a los constantes maltratos físicos. También la amenazaba con asesinarla. “Si me dejás, mato a la niña y a tu madre”, eran parte de las amenazas.
Dania Parrales, su hermana, y la madre de la víctima detallarán que a eso de las 7:30 de la mañana del 19 de agosto de 2019, la víctima estaba en el patio frontal de su vivienda en el barrio El Recreo, cuando llegó su expareja, quien le gritó: ¡Seylit abrí, abrí Seylit!. La joven atemorizada corrió hacia su cuarto y enllavó la puerta.
Después Álvarez botó el portón a punto de patadas y corrió hacia el cuarto donde estaba la víctima y con una navaja, de 21 centímetros de largo, le propinó a la joven múltiples heridas en distintas parte del cuerpo.
Mientras el sujeto atacaba a su expareja en el abdomen, pecho, cuello y tórax, le gritaba: ¡Voy a matar a la niña!, pero una hermana de la víctima logró sacar del cuarto a la menor y la puso a salvo en la casa de una vecina. Después la víctima fue auxiliada por dos mujeres.
Parrales comentó que desde la semana pasada habían denunciado el acoso de Álvarez en el Distrito Tres de la Policía, pero solo lo llamaron a la delegación; y pusieron en alta voz una llamada que él estaba haciendo en ese momento, pero la persona que atendió aseguró que no escuchaba nada, por lo que no podían ayudarle.
“Mi hermana le dijo que si le iban a ayudar hasta que ella estuviera con un pedazo menos. Quedaron de mandarle una citatoria. Han pasado ocho días y miren lo que pasó, es increíble como tuvieron que esperar a que pasara esto”, dijo Parrales.