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A inicios de junio se desató una ola de protestas contra el gobierno de Hong Kong, territorio autónomo de China. La razón es que los ciudadanos salieron en contra de un proyecto de ley para autorizar la extradición de criminales sospechosos a China.
Hong Kong fue devuelto por Reino Unido a China en 1997, tras más de 150 años de dominio británico. El territorio se ha mantenido autónomo bajo el principio de “un país, dos sistemas”, pero algunos temen que China esté buscando un mayor control.
Los manifestantes se pusieron máscaras y bloquearon accesos a edificios gubernamentales claves y han arrojado proyectiles y ladrillos a la policía. Los uniformados respondieron con gas lacrimógeno y balas de goma.
La medida se propuso después de que un hombre de 19 años, residente de Hong Kong, fuera acusado de asesinar a su novia de 20 años, cuando estaban de vacaciones en Taiwán, en febrero de 2018. El individuo huyó a Hong Kong y no podía ser extraditado a Taiwán porque no existe un acuerdo de extradición entre estos dos lugares.
La propuesta ha generado una multitudinaria oposición que resalta el profundamente defectuoso sistema judicial en China. Los organizadores estiman que un millón de personas tomaron parte en la marcha contra las enmiendas a la legislación. Sería la mayor protesta en Hong Kong desde que el territorio revirtió a dominio chino en 1997.
Los críticos señalan que las personas estarían sujetas a detenciones arbitrarias, juicios sesgados y tortura en China continental.La medida también fue condenada en el exterior, con la Unión Europea, Reino Unido Canadá y Estados Unidos, entre otros, expresando preocupación.
La mayoría de los manifestantes son jóvenes y estudiantes. Esta no es una protesta sancionada y muchos de ellos tienen la cara cubierta por temor a represalias o procesos judiciales en su contra.
Durante las protestas han resultado heridos decenas de personas y agentes de policías. También se registran varias personas arrestadas y todavía en prisión.
Esta semana la líder de Hong Kong, Carrie Lam, retiró el controvertido proyecto de ley de extradición que provocó las protestas que llevan más de dos meses teniendo lugar en el territorio.
Antes del anuncio de Lam, el destacado activista prodemocracia Joshua Wong dijo que la retirada del proyecto de ley sería “demasiado poco y demasiado tarde”.
Los manifestantes también quieren una investigación independiente sobre la presunta brutalidad policial; una amnistía para los arrestados y mayores reformas políticas. También exigen que los funcionarios dejen de describir las protestas como disturbios.