La Organización de Estados Americanos (OEA) dio un espaldarazo a las gestiones del presidente Lenín Moreno por resolver la crisis en Ecuador, tras varios días de protestas sociales que provocaron destrucción y daños a ese país sudamericano.
A solicitud de Quito, la representación diplomática de Ecuador se presentó ante este foro americano a explicar la situación interna del país.
El canciller ecuatoriano, José Valencia, denunció ante la OEA los “patentes” intentos por desestabilizar su nación durante las casi dos semanas de protestas que forzaron al gobierno a derogar una serie de medidas económicas de austeridad.
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“Los actos violentos mostraron una gran coordinación y preparación táctica”, dijo Valencia en una sesión extraordinaria del organismo, de acuerdo con el reporte de Voz de América.
El diplomático culpó a “partidarios del expresidente Correa” de infiltrarse en las protestas, lideradas por movimientos indígenas, para desestabilizar el país.
El diplomático culpó a “partidarios del expresidente Correa” de infiltrarse en las protestas, lideradas por movimientos indígenas, para hacer un “llamado a la desestabilización”.
Valencia pidió el sábado pasado a la OEA llevar a cabo una sesión extraordinaria para denunciar el intento de “alterar el orden democrático” en Ecuador y la “violencia provocada por turbios intereses infiltrados en las manifestaciones”.
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Las manifestaciones comenzaron a principios de mes en oposición a las medidas económicas de austeridad tomadas por el gobierno de Moreno de acuerdo con un convenio cerrado con el Fondo Monetario Internacional.
Miles de ciudadanos se tomaron las calles en protestas lideradas por movimientos indígenas del país, quienes negociaron con Moreno, y bajo la mediación de la Iglesia católica y la ONU, la derogación del decreto 883.
Tras la exposición de Ecuador, el Consejo Permanente de la OEA adoptó por aclamación una declaración que condenó actos de vandalismo y rechazó cualquier intento de desestabilizar al gobierno, así como “cualquier tipo de interferencia que altera la democracia y la coexistencia pacífica en Ecuador”.
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El documento eliminó la mención a “interferencias extranjeras” que incluía un borrador difundido la víspera por la misión ecuatoriana, pero el canciller ecuatoriano denunció explícitamente al dictador Nicolás Maduro y a un jefe de la facción disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por apoyar públicamente a las protestas.
En la sesión, la delegada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Ruth Tapia, intervino para volver a despotricar contra la organización regional y acusar a Ecuador de abusos contra los indígenas que protestaron.
Las manos sucias del “socialismo” chavista
“Un peligroso cóctel de factores de injerencia extranjera se dieron cita en Ecuador”, dijo Valencia sin presentar ninguna prueba durante su intervención durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente.
“Aprovecharon el reclamo por la terminación del subsidio para desestabilizar al país, y crear un caos que tendría una proyección regional en algún punto”.
El canciller de Ecuador, José Valencia, denunció este martes ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la supuesta presencia de “factores de injerencia extranjera” detrás de acciones violentas durante las protestas que se registraron en el país contra el ‘paquetazo’ de Moreno.
“Aprovecharon el reclamo por la terminación del subsidio a los combustibles para desestabilizar el país, minar su institucionalidad democrática y crear un caos que evidentemente tendría una proyección regional en algún punto”, señaló Valencia ante el Consejo Permanente de la OEA, que este martes aprobó una declaración de “Defensa de la Democracia y la Paz Social en Ecuador”.
Llamados al caos
Como ya había denunciado Moreno, el canciller apuntó al expresidente Rafael Correa, al gobierno venezolano y a miembros de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de emitir mensajes “llamando a derrocar” al actual presidente ecuatoriano.
“Los propósitos políticos de desestabilización son patentes: partidarios del expresidente Rafael Correa y miembros de grupos radicales afines difundieron repetidamente mensajes llamando a derrocar al presidente Lenín Moreno y a la rebelión generalizada contra el Estado ecuatoriano”, denunció.
Crisis dejó ocho muertos y habrá investigación
Asimismo, aseguró que “un alto funcionario del régimen del señor (Nicolás) Maduro” hizo un pronunciamiento donde apoyaba la “rebelión en Ecuador”.
Según el canciller, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), que lideró las protestas antigubernamentales, “denunció la presencia de infiltrados en sus manifestaciones que querían generar el caos y la desestabilización en el país, con agendas distintas”.
El balance de las protestas fue de ocho muertos, 1340 heridos y 1192 detenidos y el gobierno se ha comprometido a investigar y sancionar a los involucrados en abusos, daños y otros delitos generados durante la revuelta.
Delegada de la dictadura de Nicaragua se rasga las vestiduras
En la sesión, la delegada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Ruth Tapia, intervino para volver a despotricar contra la organización regional y acusar a Ecuador de abusos contra los indígenas que protestaron.
“Esta tarde asistimos a esta sesión extraordinaria del consejo permanente, convocada a solicitud del Gobierno de la República de Ecuador, y no por imposición de la voluntad de un pequeño grupo de países miembros de esta organización, que pretenden imponer sus agendas y decisiones sobre otros Estados soberanos y que tienen como práctica intervenir en sus asuntos internos, en flagrante violación de la naturaleza y propósitos de la Carta de la OEA”, dijo la empleada de la dictadura.
“Estamos hablando de la existencia palpable de un doble rasero que se utiliza en la OEA en el abordaje de los temas de la agenda interamericana”, insistió la enviada del régimen, quien señaló los hechos ocurridos en Ecuador: “Nicaragua no está aquí para juzgar por qué el Ejército Ecuatoriano salió a las calles a reprimir las manifestaciones pacíficas de la población indígena y campesina, o por qué hay numerosos muertos y heridos según reportes de medios de prensa nacionales e internacionales”.
Ni una palabra sobre la barbarie de Ortega y Murillo
“Nicaragua es un país amante de la paz y la seguridad y respetuoso de los principios del Derecho Internacional y el derecho de cada nación a dirimir sus asuntos internos sin injerencias externas de ninguna naturaleza”, repitió la delegada de la dictadura.
En ese mismo foro, se ha condenado la represión y abusos masivos de derechos humanos cometidos por la dictadura que encabeza Ortega y su pareja Rosario Murillo, desde abril del 2018 y que han provocado a la fecha 328 muertes, más de dos mil heridos, miles de detenciones arbitrarias, más de 80 exiliados por persecución políticas y la comisión de delitos de lesa humanidad perpetrados por la Policía Orteguista y grupos de parapoliciales y fanáticos organizados y armados por el régimen para aplastar las protestas sociales.