En medio de la peor crisis económica que ha sufrido Nicaragua en décadas, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo destinó recursos del Estado para movilizar esta sábado 16 de noviembre a trabajadores del estado y fanáticos del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Desde la mañana, decenas de buses del transporte urbano colectivo de Managua anduvieron recorriendo barrios de la capital para llevarlos a una concentración en la avenida Bolívar, donde expresarían su respaldo a la dictadura de Nicaragua y mostrarían “solidaridad” con el expresidente de Bolivia, Evo Morales, quien huyó de su país el pasado 10 de noviembre tras un fallido intento de fraude electoral.
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Buses vacíos, muchos policías y marcha minúscula
Pese a que los trabajadores del Estado y las bases sandinistas fueron informadas del evento desde el viernes 15, los buses en su mayoría salieron vacíos de los barrios y con pocos trabajadores de las instituciones públicas, al grado que las transmisiones en vivo de los canales de la familia dictatorial solo transmitieron imágenes con planos cerrados donde no se evidenciaba una presencia numerosa de orteguistas.
El gasto se repitió en varios municipios del país con el mismo resultado: pequeños grupos de fanáticos de la dictadura en vehículos del estado acompañados de patrullas y banderas del régimen.
Lo que si hubo en cantidad fueron policías orteguistas, que cerraron los accesos a la zona de la concentración y patrullaron las calles aledañas en gran número en su mismo plan de represión permanente, evidenciando una vez más que Managua es una ciudad bajo estado policial.