Desde que en enero de este 2019 el gobierno de Daniel Ortega flexibilizó a los ciudadanos cubanos los requisitos para viajar, Nicaragua se convirtió en un destino de compras de miles de cubanos que aprovechan las facilidades de viaje para abastecerse en Managua de mercadería escasa en la isla.
En los centros comerciales y mercados del país se ven a grupos de cubanos cargando bultos de mercancía, negociando precios, cotizando productos…
Luego, se les ve en el aeropuerto internacional de Managua custodiando sus valijas, o como le llaman ellos, “pelotas de cosas” por la forma ovalada en que las empacan con plásticos antes de abordar el avión de regreso a la isla.
En su mayoría viajan por Conviasa, la línea aérea del régimen de Nicolás Maduro, que realiza vuelos de bajo costo al menos tres veces por semana desde La Habana.
LA PRENSA habló con algunos comerciantes locales, compradores y vendedores en la Isla que explican cómo funciona el negocio La Habana-Managua.
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“Puertas abiertas” a dólares de Cuba
Antes que Nicaragua abriera sus puertas a Cuba, los isleños viajaban a Venezuela, Guyana, Panamá, México, Ecuador, Haití y hasta a Rusia para adquirir mercadería que no llega a La Habana por el embargo comercial de Estados Unidos.
Pero desde el 23 de enero de este 2019, Cuba está incluida en la categoría migratoria B de Nicaragua que permite obtener un visado de turismo para una estadía de 30 días en Managua.
Antes el visado tenía que aprobarse en la Dirección General de Migración en Managua, porque Cuba estaba en la categoría C-, pero con las medidas migratorias la visa puede ser aprobada por el cónsul nicaragüense en La Habana, mediante un proceso simplificado que cuesta 30 dólares, equivalentes a 30 Pesos Convertibles Cubanos (CUC).
40 dólares para entrar a Nicaragua
Los viajeros solo necesitan un pasaporte con al menos seis meses de vigencia activa, llenar los formularios, mostrar su interés en viajar y pagar 30 dólares del servicio consular, más 10 dólares por una tarjeta de turista en Managua.
De acuerdo con una agencia de turismo que promueve los viajes de La Habana desde Managua, al inicio del año la mayoría de cubanos ingresaban con la idea de explorar oportunidades de viajar a Estados Unidos, otros venían a conocer turísticamente el país y un grupo menor con fines de compras.
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“Alérgicos” a los medios
Ellos como oferentes del servicio se encargaban de recogerlos en el aeropuerto en vehículos privados, alojarlos en hostales modestos por una tarifa de entre 12 y 18 dólares por noche, asignarles guías turísticos y proveerles transporte para los centros comerciales
Con el endurecimiento de las medidas migratorias de Estados Unidos tras la derogación de la política estadounidense de pies secos-pies mojados desde 2017, más la radicalización de las políticas migratorias de México en su frontera sur desde junio de 2019, el grueso de los viajeros cubanos se decidió por los viajes con fines comerciales y turísticos.
LA PRENSA intentó hablar con varios cubanos en las calles del mercado Oriental, en Managua, adonde llegan en grupos con moneda dólar en mano a comprar principalmente ropa y calzado, electrodomésticos, artículos electrónicos, cosméticos y bebidas alcohólicas.
La mayoría rechaza hablar con los periodistas, rehúyen las entrevistas, alejan cámaras y micrófonos y en ocasiones, soezmente, amenazan con puños o patadas. Quienes hablan, lo hacen en condiciones de anonimato por temor a perder el privilegio de viajar.
El negocio de los “cuenta-propistas”
Una mujer que dice llamarse Marina, de la provincia de Holguín, apenada dentro de una boutique cercana a Ciudad Jardín por la violencia de un par de coterráneos suyos, justifica la antipatía de sus compañeros ante los medios: “nadie quiere regresar con líos a Cuba, venimos a hacer negocios, no a dar entrevistas”.
El dueño de un mediano negocio de cosméticos en la zona de Ropausame, sector norte del mercado Oriental, de origen salvadoreño, dice que ha mantenido contacto desde marzo con los cubanos por razones comerciales y que la mayoría son comerciantes informales que en la isla se denominan “Cuenta propista”, es decir, que laboran con sus propios medios.
“No hay un cubano que no tenga un pariente en Miami, en México o España. Ellos envían dinero a la isla y de la isla vienen a Centroamérica a comprar de todo lo que no hay allá por el bloqueo (embargo)”, explica el comerciante.
Mulas y ventas en Facebook
Desde La Habana, Alcides, usuario de una de las cuentas de compra y venta en Facebook, explica a LA PRENSA que la mayoría de los que viene de compras son considerados “mulas”.
Vienen con el dinero en efectivo, ahorrado de meses, ya sea por remesas o por ventas informales.
Una vez que logran adquirir la visa y el boleto aéreo en Conviasa o Avianca, se dedican a llenar pedidos y solicitar encargos a través de las redes sociales.
“Los anuncios de compras en Managua son constantes en el sitio”, dice Alcides, de uno de los portales en Facebook de “Compra y Venta”, donde los usuarios anuncian sus viajes con mensajes como este: “Viajo a Managua en diciembre, encargos al inbox o Whatsapp”.
Ganancias de hasta 300%
El negocio funciona así: los clientes que quieran algo de Nicaragua contactan al viajero y le encargan el producto; el vendedor cotiza con sus contactos en Managua el precio más bajo de lo que su cliente busca, ofrece un precio superior al valor real del producto y le pide desde el 50% por ciento de adelanto del producto solicitado.
Muchas veces, dice Alcides, cuando el cubano sale rumbo a Managua ya lleva un catálogo de encargos pagados de antemano y al regresar solo entrega y obtiene hasta el 300 por ciento del costo de compras en Managua.
Redes de negocios y logística Managua- La Habana
Algunos han venido ya hasta tres veces al país y han creado verdaderas redes de contactos comerciales: desde hostales exclusivos para cubanos, transporte a precios especiales y vendedores de mercancías a precio de mayorista en el Mercado Oriental.
“Ahora mismo en Managua hay decenas de cubanos que se han quedado estableciendo ese nuevo negocio, de promover Managua como destino de compras y cobrar comisión por cada viajero que logran enganchar en los hostales y llevarlos de compras”, dice Alcides.
“Vienen comprando de todo y por todo piden rebaja, a veces hasta crédito han pedido diciendo que van a volver, pero una no es pendeja y si no hay plata en mano no hay venta… “, dice riendo doña Isabel Rosales, vendedora de accesorios telefónicos en el sector de Gancho de Caminos, parte oeste del Mercado Oriental.
Compradores “exigentes”
La cajera de una tienda de supermercados mexicanos que operan en Ciudad Jardín, los cataloga como “compradores compulsivos” y “conflictivos”: “no les gusta que una revise los dólares para evitar que sean falsos o que le regrese billetes en mal estado, pero esas son políticas de la empresa y uno no tiene la culpa de eso”, se queja.
Ella señala que los cubanos adquieren ropas, calzados, licores importados, tabaco, perfumería y tecnologías de comunicación como tablets, celulares, accesorios y electrodomésticos pequeños.
“Piden facturas, reclaman garantías, preguntan si hay promociones u ofertas, prueban los equipos, se miden ropas y a veces hasta se las llevan puestas, si algo no les parece lo regresan, consumen alimentos dentro de la tienda y son exigentes con las compras, a veces están gritando pero ya me han dicho que ellos hablan así”, dice.
Menos turismo y más compras informales
Fuentes de turismo ligadas al gobierno indican a LA PRENSA que el flujo de visitantes de la isla se ha mantenido constante desde enero, y que en su mayoría vienen con fines de comercio informal y poco consumo de turismo formal.
“No se puede decir que gastan mucho en turismo, consumen más en las compras en negocios informales, donde pueden regatear o conseguir productos sin impuestos”, explica.
En las redes sociales de Nicaragua se han observado negocios en los mercados, con carteles ofreciendo descuentos a cubanos en sus compras al por mayor.
Saturan líneas aéreas
Desde la apertura de fronteras en enero, la fuente turística estima que si la cifra de visitantes cubanos a mayo era de aproximadamente 5,000, para noviembre la cifra rondaba ya los 11,000 viajeros, pese al aumento de los costos de pasajes que en Conviasa ha subido de 400 dólares hasta 530 dólares desde septiembre.
De igual modo, el precio de los hostales ha subido de 12 dólares en enero hasta a 25 dólares desde septiembre.
También las condiciones de vuelo han variado, según fuentes del Aeropuerto Internacional de Managua.
Si antes de mayo las aerolíneas permitían hasta dos maletas de 23 kilogramos y una pieza de mano, ahora limitan el cargamento a una pieza de 23 kilogramos y una maleta de mano de cierto tamaño que quepa en el compartimiento superior.
Cualquier sobrepreso se cobra a 5 dólares por kilógramos hasta un máximo de 120 kilos por pasajero, deslindando la empresa responsabilidad por daños en el empaquetado de las maletas.
Largas filas en aeropuerto
Debido al aumento de pasajeros con maleta cargadas de mercadería, la aerolínea en Managua ha establecido dos filas: una para quienes viajan con una maleta y otra para quienes traen varios bultos.
Si en el avión no hay espacio para más carga, los cubanos que se han quedado en el país organizando la logística, se encargan de almacenar la carga y enviar la mercadería días después a La Habana.
Allá Aduanas cobra un impuesto de introducción en dependencia de la mercadería importada.
Millones de dólares en compras
Antes que Managua relajara la relación migratoria con Cuba, el destino de compras favorito era Panamá y Guyana: solo en 2018 desde Guyana se importó mercadería por 145 millones de dólares y desde la Zona de Libre de Panamá, se exportó productos a la isla por valor de 335 millones de dólares, según cifras del Banco Central de Cuba.
El viaje La Habana-Panamá requería demostrar que el viajero cubano tenía solvencia económica mayor de 500 dólares al ingresar, haber viajado antes a un tercer país y, o, presentar carnet oficial de “cuenta-propista”.
El convenio de viaje se afectó a inicios de 2019 por denuncias de corrupción en la entrega de permisos turísticos en La Habana, y eso alimentó las expectativas de viaje a Nicaragua, donde no es necesario mostrar ningún tipo de solvencia económica.
Tampoco se pide un carnet de cuentapropista, ni demostrar viajes a tercera nación ni recursos para justificar la estadía: basta una copia del pasaporte, dos fotos y el pago de 30 dólares o 30 Pesos Cubanos Convertibles (CUC).
Migración Cuba-Nicaragua se fortalece
Los nexos migratorios Managua-La Habana, lejos de debilitarse, se fortalecen: una delegación oficial del gobierno cubano asistió a Nicaragua para convenir más arreglos migratorios para dinamizar este ejercicio comercial entre las dos naciones.
Las conversaciones tuvieron lugar en Managua en el marco de la conmemoración del tercer aniversario de la muerte del dictador Fidel Castro, fallecido un 25 de noviembre de 2016.
La comitiva nicaragüense la encabezó el vicecanciller para Asuntos Jurídicos, Iván Lara; el viceministro de Gobernación, Luis Cañas, y el titular de la Dirección de Migración y Extranjería, Juan Emilio Rivas.
Por Cuba asistió Teresita González, viceministra de Relaciones Exteriores, acompañada por el embajador en Managua, Juan Carlos Hernández, más el director general de Inmigración y Extranjería y la directora de política migratoria de la cancillería.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, “la ocasión será propicia para establecer un mecanismo de consulta, intercambio y cooperación bilateral en materia migratoria y consular, a partir de la voluntad de ambas partes de lograr un flujo migratorio regular, ordenado y seguro”.
¿De dónde sacan dólares los cubanos?
De acuerdo a cifras estimadas en Estados Unidos, en 2018 Cuba recibió cerca de 6,600 millones de dólares en remesas en general, de los cuales 3,691 fueron dinero líquido y el resto mercadería.
El régimen grava el 10% de las remesas en dólares, por medio del sistema bancario nacional debido a la “guerra económica” de Estados Unidos contra la dictadura cubana.
Si bien la venta y circulación de dólares es regulada por la dictadura, los cubanos tiene varias formas de recibir esos recursos: uno es directo a través de las cajas de cambio oficial (Cadeca), que los recibe y cambia a Peso Cubano Convertible (CUC), a un costo de aproximadamente 0.90 por dólar estadounidense.
Canal oficial y por medio de “mulas”
Otra forma es por transferencias bancarias a través de la banca estatal, la cual los recibe y entrega en dólares y CUC tras una espera de semanas para su desembolso, en espera de disposición de divisas autorizadas por el Estado.
La otra manera es por medio de “mulas”: los emisores de dólares en el extranjero le remiten transferencias o envíos de remesas a los cubanos que logran salir de la isla, ya sea de compra a Nicaragua o Panamá, o de turismo a otros sitios.
Estos retiran el dinero y a su regreso a la isla no lo reportan o pagan coimas a Aduanas y Seguridad del Aeropuerto para introducirlo a Cuba.
Régimen cubano compite por dólares del imperio
Los “cuentapropistas” con permisos de compras estatales pueden comprar sus dólares en el aeropuerto internacional José Martí en las cajas de cambio oficial a un costo superior de 1.10 CUC por dólar.
Debido al bloqueo comercial y sanciones económicas de Estados Unidos a Cuba por la falta de democracia y libertades que imperan en la isla desde hace décadas, la escasez de productos de consumo extranjero es crónica.
Eso permite la creación de un “mercado negro” que mueve de manera informal la economía local; la banca estatal se alimenta con la compra y venta de dólares y el cambio de la moneda CUC, que paga 0,90 por dólar y lo vende a más de 1.10.
Pero además, el régimen ha creado este año una cadena de tiendas de artículos importados, vendido en dólares o euros por medio de tarjetas electrónicas expedidas por los estatales Banco Metropolitano, Banco de Crédito y Comercio y Banco Popular de Ahorro.
Con ello estimulan la competencia comercial y buscan atraer una parte de las divisas que los cubanos se gastan en las soleadas jornadas de compra en el mercado Oriental de Managua.
**Con apoyo de 14ymedio.com (Medio de comunicación independiente de Cuba, dirigido por la periodista Yoani Sánchez)