Carlos Tünnermann Bernheim, histórico defensor de los derechos humanos y miembro honorario de la Asamblea Directiva del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), cita a propósito del Día Internacional de los Derechos Humanos, al menos siete artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos que son violados reiteradamente por la Daniel Ortega y su verborréica pareja, Rosario Murillo, principalmente desde el 18 de abril de 2018, cuando comenzó la represión policial y parapolicial contra las protestas civiles.
Estos son los siete artículos de Derechos Humanos más violados por Ortega:
Artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Sin embargo, más de 328 personas han muerto desde el 19 de abril de 2018, por la represión del régimen de Daniel Ortega, según Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Las muertes de estas personas no han sido investigadas y Ortega solo reconoce a 199 personas muertas, a quienes identifica como policías y simpatizantes de su gobierno.
Artículo 5. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Existen numerosos testimonios de ciudadanos opositores, presos políticos, exiliados quienes aseguran que fueron sometidos a agresiones y malos tratos durante su detención policial o secuestro de parte de parapoliciales. Particularmente se han conocido tres casos de opositores que fueron marcados con las siglas del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional), partido de gobierno.
Artículo 8. Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.
Los jueces de los Tribunales Judiciales de Nicaragua se caracterizan por su afinidad con el régimen de Daniel Ortega, lo que se refleja en el retraso de los procesos judiciales de los presos políticos, las violaciones al debido proceso judicial y las sentencias excesivas a los presos políticos.
Artículo 9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Las personas que participan en las protestas o se oponen al régimen de Ortega son detenidos arbitrariamente en Nicaragua, sin cumplir el debido proceso de Ley.
Artículo 11. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
Existen 161 personas detenidas por participar en las protestas civiles, según la organización opositora Alianza Cívica. Mientras que los presos políticos que fueron liberados a través de una Ley de Amnistía, son asediados, perseguidos, agredidos e incluso nuevamente detenidos por su posición crítica y opositora al régimen.
Artículo 19. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Desde el 18 de abril de 2018 se han reportado más de mil violaciones contra el ejercicio de los periodistas, según la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCh).
El hecho más lamentable hasta ahora es el asesinato del periodista Ángel Gahona, el 21 de abril de 2018, cuando reportaba en vivo la represión policial en la ciudad de Bluefields, Caribe Sur del país.
Entre otros eventos más graves que han ocurrido está el cierre del canal 100% Noticias y encarcelamiento de su director y de su jefa de prensa, Miguel Mora Barberena y Lucía Pineda Ubau; el asalto de las oficinas de los medios de comunicación que dirige el periodista Carlos Fernando Chamorro; la retención del papel de los diarios LA PRENSA y El Nuevo Diario; la quema de Radio Darío, en León; asedio, agresión y robo a los periodistas independientes en plena cobertura.
Artículo 21. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
Desde las votaciones municipales de 2008, los procesos electorales perdieron credibilidad, porque el poder electoral está dirigido por personas afines al partido de gobierno y toda la estructura electoral está en manos de los simpatizantes de Ortega.
Además, Ortega se ha mantenido en el poder durante los últimos 12 a por los fraudes electorales y la manipulación de las leyes.