El dictador Daniel Ortega finalmente realizó un encuentro privado ,que previamente se había anunciado sería público, con sus aliados rusos en el marco del 75 aniversario de relaciones diplomáticas entre ambas naciones. El encuentro coincidió con el anuncio de la sanción del Departamento del Tesoro y Justicia de los Estados Unidos aplicó a su hijo, Rafael Ortega Murillo.
Pese a que la propaganda oficialista había reportado que el encuentro entre Ortega y la delegación de parlamentarios rusos sería abierto, esto finalmente no ocurrió y la agenda del evento se redujo solamente a la entrega a la esposa del dictador, Rosario Murillo, de un reconocimiento de manos de los rusos, por los 75 años de relaciones diplomáticas entre Nicaragua y Rusia, reportado por los medios oficialistas.
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Murillo fue condecorada por la Federación de Rusia con la Orden de la Amistad, la que fue entregada por Olga Epifánova, vicepresidenta de la Duma Estatal, Cámara Baja del Parlamento, quien llegó a Nicaragua en misión especial asignada por el presidente ruso Vladimir Putin, según la propaganda oficialista. En el encuentro participó el dictador Ortega, pero ninguna declaración suya fue citado por sus medios de propaganda.
Este jueves fue Murillo, dejó ir una avalancha de ofensas y descalificativos contra la oposición y los ciudadanos nicaragüenses que disienten contra la dictadura. “Ya dejen de joder (…) Con la paz no se juega” dijo Murillo a los ciudadanos con una voz llena de rabia y frustración «¡Ya dejen de joder, dice la gente! ¡Ya dejen de joder, decimos todos! ¡Déjennos en paz!», dijo la vice dictadora entre otra lluvia de insultos y amenazas contra los opositores que demandan democracia, justicia y libertad.
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La reacción de Murillo también coincidió con la propuesta de reformas electorales que presentó este jueves la Alianza Cívica y la Unidad Nacional Azul y Blanco, donde la policía de Daniel Ortega y Rosario Murillo, llegaron a reprimir a opositores y ciudadanos que protestaba en las afueras de un hotel capitalino donde demandan democracia y la salida de la pareja dictadora.
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