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Los “cañonazos” del orteguismo y las posiciones excluyentes de opositores, principales amenazas para la Gran Coalición

Principales líderes de la oposición hacen una radiografía de las principales amenazas en el proceso de conformación de la Gran Coalición Opositora, entre las que reconocen como riesgos la compra de conciencias políticas. José Pallais, afirma: "el orteguismo trabaja mañana, tarde y noche contra la unidad en la oposición".

La exclusión ha sido uno de los obstáculos que ha frenado la conformación de la Gran Coalición contra el régimen de Daniel Ortega en las futuras elecciones, que desde hace varios meses  vienen trabajando líderes de la oposición desde la Unidad Nacional Azul y Blanco, admitieron ayer algunas de sus principales voces, que reconocen que luego se sumarán otras amenazas, como  son los cañonazos por  parte del orteguismo, es decir la compra de conciencia política.

El opositor José Pallais Arana, miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia que forma parte de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab), admitió que desde adentro ha sido difícil abordar la demanda de exclusión que algunos grupos están impulsando dentro de la Gran Coalición Opositora.

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“El principal obstáculo ha sido la posición excluyente de argumentos ideológicos de algunos sectores minoritarios extremistas, que han atrasado el proceso de construcción de la Gran Coalición”, aseguró Pallais.

Orteguismo, el enemigo de la unidad

El opositor señaló que la unidad debe ser abierta, franca e incluyente, que abarque inclusive  a los partidos políticos tradicionales, algunos de los cuales han sido cuestionados por su vínculo de colaboración con el orteguismo en años recientes.

“El principal enemigo que tiene la unidad es el orteguismo ya que trabaja mañana, tarde y noche contra la unidad en la oposición; usando todos los recursos a su alcance y aquí entran hasta los cañonazos y es un objetivo fundamental vencer esos ataques”, advierte Pallais.

Por su parte, Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza Cívica, afirma que más que obstáculos en el proceso de unidad lo que hay es una diversidad de posiciones por los distintos movimientos, organizaciones, partidos políticos y grupos que convergen dentro de la Unidad Nacional.

Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza Cívica. LA PRENSA/Öscar Navarrete

“Esta diversidad de posiciones conlleva a que el proceso de unidad sea complejo. Creo que uno de los elementos importantes para consolidar la unidad es deponer posiciones individuales de considerarse que uno puede más que el otro. Esa mentalidad debe cambiar”, enfatiza Chamorro.

El director ejecutivo de la Alianza Cívica, señaló que como organización están abogando por la inclusión de todas las organizaciones, incluso la participación de los partidos políticos.

Chamorro explicó en este caso que existen partidos políticos en los cuales sus dirigentes han cometido errores “pero sus bases sí pueden participar en los esfuerzos de unidad, siempre y cuando coincidan en este esfuerzo por regresarle a Nicaragua su democracia y estado de derecho”.

“Cañonazos” de Ortega en el horizonte

Los opositores están conscientes que a medida que se acerque la contienda electoral,  los cañonazos del régimen de Daniel Ortega se van arreciar para tratar de boicotear los esfuerzos de unidad, tal como ha ocurrido en años pasados, cuando el dictador y algunos de sus aliados políticos incitaron a la fractura del voto en el 2006 para retornar  al poder.

“Con lo de los cañonazos yo creo que a Ortega se le va hacer cada vez más difícil cañonear, porque mostrar ahora algún tipo de cercanía o alianza con la dictadura es un suicidio político y solamente los más descarados van a prestarse al juego con esta dictadura”, asegura Chamorro.

El director ejecutivo explicó que el proceso de unidad en la oposición va caminando, pese a los obstáculos y cree que se podría concretizar en enero próximo.

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Medardo Mairena apoya inclusión partidos tradicionales

El líder campesino, Medardo Mairena respaldó al igual que Pallais y Chamorro la participación de los partidos políticos tradicionales en los esfuerzos de la unidad opositora.

“Todos sabemos que los políticos tradicionales y los políticos independientes sin partidos cometieron errores y creo que no tienen moral para estar criticando a los demás políticos.  Ellos traen una historia que ha dejado mucho que desear; no podemos seguir escupiendo para arriba. Aquí es momento de unirnos todos por que el enemigo y el asesino del pueblo es el orteguismo y es el momento de ponerse a favor del pueblo, de hacer patria”, aclaró Mairena.

La idea es buscar casilla propia

Guillermo Incer, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco, aseguró que esta próxima semana la Unab decidirá su postura sobre la inclusión de los partidos políticos “para el objetivo electoral”.

“Lo que nosotros estamos viendo es qué papel pueden jugar los partidos políticos y en ese sentido hay partidos que pueden desempeñar un rol y otros definitivamente que no. Por ejemplo, los partidos que han estado en alianza con el Frente Sandinista no tiene sentido en este proceso de unidad”, aclara.

Incer sostuvo que la idea de la unidad es buscar como organización su propia casilla, pero primero hay que fortalecer la correlación de fuerzas y buscar las condiciones electorales ya que no pueden prestarse a unos comicios con las condiciones que quiera imponer el dictador.

“Visualizamos a la Coalición con casilla propia y aún  con casilla propia pensaríamos en alianza con algunos partidos políticos”, expresó Incer, quién representa a la Articulación de los Movimientos Sociales en la Unidad Nacional.

El que excluye, quedará marginado

Mario Arana, presidente de Amcham y miembro del directorio de la Alianza Cívica, también es de la opinión que los partidos políticos deben formar parte de los esfuerzos de unidad.

“La visión de la Alianza Cívica para la Gran Coalición es que todos debemos formar parte de la unidad, incluyendo a los partidos políticos. El que tenga la visión de la exclusión creo que va quedar marginado. Estamos en momentos cruciales por restaurar la democracia en Nicaragua y este es el momento que tenemos para unirnos y decir basta de dictadura”, demandó Arana.

La Unidad Nacional Azul y Blanco está formada por más de 40 organizaciones, movimientos sociales, estudiantiles, campesinos y partidos políticos.

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