14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Francisco Giovanni Montoya Zepeda junto a su esforzada madre, Xóchilt Zepeda en el Complejo Deportivo Conchita Palacios. LA PRENSA/ROSA MEMBREÑO.

La historia del niño con el síndrome de Williams que sueña con ser futbolista

El Pollito no se cansa de jugar. Entrena sábado y domingo, y de lunes a viernes juega con los chavalos que practican en la instalación deportiva del Conchita Palacios

Es domingo, son las seis de la mañana y con mucha energía ya se encuentra en la cancha Francisco Giovanni Montoya Zepeda, de 10 años de edad y conocido cariñosamente como “el Pollito”, listo para aprender, junto a sus compañeritos, más de su deporte favorito en la Escuela de Talentos de Futbol Arturo Angarita, ubicada en el Complejo Deportivo Conchita Palacios, de Managua.

Hace seis años, “el Pollito” estaba en su casa, a veces inquieto y en otras ocasiones sentadito, sin poder hablar, jugar ni estudiar. “El Pollito” tiene 10 años y desde que se apasionó por el futbol su vida poco a poco ha mejorado y ha podido sobrellevar el síndrome de Williams, que es una enfermedad genética que afecta a muchas partes del cuerpo y que se caracteriza por la discapacidad intelectual leve a moderada, personalidad con características únicas, rostro distintivo, problemas en el corazón y vasos sanguíneos (cardiovascular).

“¡Dale Pollito, dale!”, le dicen a Giovanni sus compañeritos tras pasarle el balón. “El Pollito” poco a poco logra llevar el balón hasta los tres palos, se para, tira y anota. “El Pollito tenía problemas en el lenguaje y el crecimiento. Él no podía caminar bien, se ponía como débil, entonces lo llevé donde un médico que me dijo que tenía el síndrome de Williams”, cuenta su madre, Xóchilt Yamileth Zepeda Casco.

En el Complejo Deportivo Conchita Palacios no hay nadie quien no conozca al Pollito. Es muy popular. Es un niño alegre, no es agresivo y está loco por el futbol. “No sé quien le puso Pollito, pero a él le encanta que le digan así. Agradezco a Dios y a la gente que me lo quieren y me lo cuidan”, agrega la madre.

Tras una jornada más de prácticas, el Pollito sale alegre de la cancha y antes que empiece a comerse un pancito, se refiere a su deporte favorito. “Me llamo Giovanni, pero me dicen Pollito y a mí me gusta que me digan así. Me gusta jugar futbol, quiero ser futbolista”, articula con algunas dificultades.

Francisco Giovanni Montoya Zepeda junto a su mamá Xóchilt Zepeda en la ventecita que tiene en la parada del Complejo Deportivo Conchita Palacios. LA PRENSA/ROSA MEMBREÑO.

Hijo de luchadora

Xóchilt es madre soltera. Tiene cuatro hijos, pero solo el Pollito nació con dicho síndrome. Sin embargo, Xóchilt no ha huido a su responsabilidad y como una leona ha sacado a sus hijos adelante.

Le puede interesar: Así se resolvería un triple empate en el Round Robin de la Liga Profesional

“Desde hace ocho años vendo en esta parada del Conchita. Vendo frutas, agua, gaseosas, mangos. Como madre no he abandonado a mis hijos, ni espero hacerlo, menos a mi Pollito, he amanecido en hospitales, me ha costado mi niño”, expresa la esforzada madre, mientras alista su ventecita para ofertar sus productos.

El Pollito no se cansa de jugar. Entrena sábado y domingo, y de lunes a viernes juega con los chavalos que practican en la instalación deportiva, aprovechando que su mamá vende en la parada.

“Hace dos años mi hijo empezó a hablar bien, su lenguaje ha mejorado. Él estudia en el Colegio Melania Morales, está en tercer grado por la mañana, poco a poco ha avanzado”, explica Xóchilt muy contenta.

Cuenta que fue a los cinco meses cuando supo que estaba embarazada del Pollito. Se automedicaba por distintas dolencias, sin imaginar que en su vientre alojaba una nueva vida.

“El doctor dijo que tenía que desarrollársele una vena y gracias a Dios ha mejorado. Antes él pasaba sentado y no jugaba”, manifestó la madre.

Francisco Giovanni Montoya Zepeda sueña con ser un futbolista. LA PRENSA/ROSA MEMBREÑO.

Premiado

Durante el octavo aniversario de la Escuela de Talentos de Futbol Arturo Angarita, a finales del 2019, se premió a los atletas más destacados, entre ellos al famoso Pollito.

Leer también: Saprissa advierte a Byron Bonilla que será más exigente con su rendimiento en este torneo

“A él se le reconoció la constancia, la superación, el deseo de salir adelante. Él mete muchos goles cuando juega, la idea con el reconocimiento fue incentivarlo más. Nunca hemos tenido problemas con su disciplina”, explica César Torres, entrenador y presidente de la junta directiva de dicha escuela de futbol.

Torres recordó que el actual Pollito es muy distinto al que conoció por vez primera hace años.

“Cuando vino el Pollito tenía como cinco años. Era un niño retraído, pero poco a poco fue socializando con los demás. Él un día se me acercó y me dijo que si podía jugar, nosotros le dijimos que sí, le conseguimos una zapatitos y el uniforme. Es uno de los niños becados”, contó Torres.

Con la práctica del futbol, Francisco Giovanni Montoya Zepeda ha hecho cambios significativos en su vida. LA PRENSA/ROSA MEMBREÑO.

Los sueños

La mamá del pollito afirma que lo seguirá apoyando de manera incondicional, para que cumpla sus sueños.

“Él tiene mucha energía, no sé de dónde la saca. Le doy gracias a Dios porque el deporte me le ha ayudado bastante. Luego que termina de jugar, me dice que le regalan cositas, no es desobediente, ni malcriado”, dice su madre.

Lea además: Real Estelí ficha a Taufic Guarch, la expromesa del futbol mexicano, para jugar la Liga Primera

Ella sueña con verlo convertido en un deportista destacado. “Yo quiero que él siga adelante, primero Dios”, dice.

Deportes

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí