En la planta número 2 de la empresa Marcas de América en el Mundo, BWA, por sus siglas en inglés, la voz de Juan Carlos Ortiz Monge, de 36 años, es inconfundible.
Él con sus mezclas de música, chistes, rifas, saludos y complacencias, desde una pequeña oficina que comparte con su jefe, es quien levanta el ánimo de los operarios en ese sector de la compañía con el objetivo de que se mejore la producción de los vestuarios que ahí se confeccionan.
En la planta 3 está su hermano Fernando Francisco, de 19 años y también realiza la misma tarea de animar a los trabajadores. BWA está situada en la carretera que conduce a los balnearios de Casares y La Boquita, en Diriamba y en ahí laboran más de dos mil personas, entre operarios, personal administrativo, de seguridad y de limpieza.
Por su agradable voz y carisma, un buen ánimo siempre activo, Ortiz desde horas tempranas transmite esa energía a sus oyentes que se plantean cumplir una meta diaria de lo que a confección de ropa se refiere y tras escucharlo por los altavoces, genera la sensación de estar animando desde una cabina de radio.
El inicio del DJ Tazmania
A simple vista, Ortiz pareciera una persona seria, pero cuando se apodera del micrófono y de una pequeña consola que tiene en su escritorio, así como la computadora donde hace sus mezclas de las “rolas”, no hay nadie que lo detenga. En esta empresa lleva un poco más de un año laborando y entró como operario.
Juan Carlos ha sido locutor de radio y se ha destacado como disc-jockey (DJ) y animador en discotecas y eventos privados. En la mezcolanza de canciones y animación, lleva 24 años y se le conoce como DJ Tazmania.
El oficio lo aprendió de su padre Juan Ortiz y del señor Sebastián Avellán. En su niñez y adolescencia, Ortiz fue siempre tímido y perdió el miedo de hablar en público, hasta que tomó los micrófonos que sus mentores andaban en una “discomóvil”.
El seudónimo provino de otro de sus colegas que notó en él la forma única de animar, locutar y de interactuar con el público y que por su personalidad “alocada” y su contextura física, refiere que lo bautizó como el Demonio de Tazmania, un personaje animado de televisión.
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A Juan Carlos la oportunidad que le han brindado para hacer lo que le apasiona nació de una escena improvisada que hizo en uno de los pasillos de la empresa, donde actualmente labora. “Mi jefe miró el talento que tengo en lo que es la mezcla de la música. Yo estaba en el área de producción (confección) y me ubicaron en una oficina para animar”, dice.
Recuerda que en la empresa había un pequeño audio, el cual manipuló y que con las combinaciones de música que hizo, el personal que se encontraba laborando mostró alegría y que de ahí surgió la idea del proyecto de animación. “Eso quita parte del estrés de las labores diarias… y mi función es que la producción suba”, confía.
Actividades
Los viernes este personaje invita a otros DJ de discotecas para que animen a los colaboradores, a quienes se premia tras participar de las diversas actividades recreativas que se desarrollan en la compañía. Ahí se realizan concursos de karaoke y anualmente se lleva a cabo la elección de la reina y se hacen dinámicas en fechas festivas.
Cualquiera de los colaboradores tiene la opción de solicitar sus temas musicales para sentirse más a gusto en sus quehaceres. Cuando una máquina se descompone o se requiere informar al personal de alguna situación, se hace desde el micrófono de Juan Carlos.
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Ortiz inicia su jornada a las 7:00 de la mañana y concluye a las 5:00 de la tarde. El repertorio musical lo abre en la empresa con música cristiana. Además en bares y discotecas locales los fines de semana se gana también la vida como animador y DJ.
Otro ambiente laboral
Maydeling Morales es la gerente de recursos humanos de la empresa, dice que la idea de la animación surgió para darle otro ambiente a los colaboradores.
La compañía inició operaciones en Nicaragua, en octubre del 2017, con 30 operarios. Es inversión local y extranjera.
Relajados
“La verdad que aquí nos sentimos en un buen ambiente. La música, los saludos y las actividades que el DJ monta, influyen y eso nos ayuda a mantenernos bien activos y a rendir más en el trabajo”. Luis López, operario.
“Cuando vino Juan Carlos a la empresa, el ambiente mejoró, porque él siempre nos complace con la música y los saludos, nunca nos dice que no a nuestras locuras y la música además es muy buena”. Katering Mojica, operaria.