A Dennis Espinoza le gustaba lanzarse al suelo de niño, ensuciarse el uniforme porque le daba esa sensación de sentirse vivo. Empezó como delantero, pero una vez que vio un partido de la Selección de Argentina quedó impactado por el arquero Sergio Goycochea. En un pequeño televisor de su casa encontró su destino. Se dio cuenta que prefería evitar los goles a marcarlos e inició su travesía al punto de ser considerado el tercer mejor portero de la historia de Nicaragua, detrás de Róger Mayorga y Salvador Dubois.
Es jueves y reina la calma en la Escuela de Talentos en Diriamba, lugar de reconcentración de la Selección Nacional. Los jugadores tienen previsto bajar hasta las 3:15 p.m. y luego prepararse para la sesión de entrenamientos de la tarde en el Estadio Cacique Diriangén, pero Denis baja antes y camina en las instalaciones. Un día antes había pedido a su equipo la oportunidad de ausentarse al partido de Liga Primera y enfocarse aún más en la Azul y Blanco, demostrando una de sus palabras: “tengo muchas ganas de trabajar”.
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Con Espinoza existía un estigma que rodeaba el ambiente, el exentrenador Enrique Llena y más tarde Javier Londoño lo habían señalado de estar bajo una investigación de amaños de partidos y por ese motivo estaba fuera de la Selección Nacional, pero nunca se le puso fin a esa “investigación” y se vetó por siete años al mejor arquero de la actualidad de vestir la camiseta nacional, a pesar de que nunca se demostró su culpabilidad. Pasaron siete años desde su último juego contra Belice en la Copa Centroamericana 2013 para ser convocado nuevamente. Sin embargo, Juan Vita lo tuvo claro desde un inicio. “Para mí fue simple elección porque busqué a los mejores jugadores en cada posición y entre ellos estaba el Pulpo”, indicó.
Asimismo, el entrenador agregó: “Su lugar se lo gana en la cancha y la edad no es un impedimento, yo veo su rendimiento y personalidad. Me gusta que tiene personalidad de líder, nosotros necesitamos más jugadores con ese perfil y lo que tiene lo da en las prácticas y habla con los defensores y otro arqueritos y esos jugadores los necesitamos. Nicaragua tiene talento pero no está sobrado de jugadores. Los que son buenos deben competir”, concluyó Vita.
¿Qué sensación te dio cuando viste tu nombre en la convocatoria siete años después?
Mucha emoción, me sentí con cierta incertidumbre porque un amigo mío había visto en las redes una convocatoria. Mientras no me llamaran, no daba nada oficial. Luego recibí la llamada de José María Bermúdez (secretario de Fenifut) y la tomé con mucha más emoción.
Te fuiste siendo el mejor y volvés así, pero con 37 años de edad. ¿Eso qué significa?
Uno no trabaja para ser el mejor, sino para mejorarse a sí mismo e inculcarle algo positivo a mis hijos de que todo trabajo tiene su recompensa. Trabajo para ayudar a mi equipo a conseguir título y ser visto y culminar mi carrera de la mejor manera.
¿A tu edad qué has ganado y qué has perdido?
Se gana experiencia y se entiende mejor el futbol, hay mejores conceptos que te hacen más cerca el camino de alcanzar ciertas metas. Por otro lado, ahora podés trabajar de distintas maneras y los entrenamientos de hoy en día ayudan a que el portero y jugador de campo alarguen su carrera. Y lo que perdí realmente fueron los años de no estar en la Selección Nacional.
¿Creés que te arrancaron un pedazo de vos?
Siento que perdí una parte mi trabajo. Uno trabaja para esto y todos queremos tomar esta responsabilidad.
Cuando veías los triunfos contra Jamaica y Haití, ¿qué te pasaba por la mente?
Me daba emoción al ver a los compañeros y a esa generación porque vi el crecimiento, pero a la misma vez me daba tristeza y decía que podía estar ahí, quizá no de titular pero ser parte de eso. El futuro es incierto y te dan muchas ganas.
Una parte complicada en tu carrera fue lo de los amaños de partidos. ¿Qué tanto te afectó?
No sé dónde lo empezaron a sacar porque nunca recibí un señalamiento y tengo mi conciencia tranquila y seguía trabajando, jugando con mi equipo y haciendo partidos internacionales. Todo lo puse en manos de Dios. Arriba hay un Dios que ve todas las cosas y ahora estoy acá y espero ayudar a las nuevas generaciones.
¿Denis Espinoza nunca recibió nada ni platicó con nadie que estuviera relacionado a ello?
No recibí ni vi a nadie que recibiera plata para perder algún partido o alterar algún marcador, tengo mi conciencia tranquila y los que me conocen saben que no sería capaz de eso.
1,213 minutos sin permitir goles, ¿es el logro más grande en tu carrera?
Si a nivel personal. Sin embargo es algo también colectivo porque el equipo vivía un gran momento y los defensas fueron claves. Fuimos campeones y a nivel personal te da satisfacción el hecho de pasar tanto tiempo con el marco a cero y a nivel colectivo haber pasado a segunda fase de Concachampions, que nadie lo había hecho, lo hicimos dos veces seguidas.
¿Cuánto tiempo sentís que te queda en la élite?
No pienso en eso, vivo el día a día, el futuro es incierto, tengo muchas ganas de trabajar y tengo mucha capacidad para hacerlo. Las lesiones son la razón del retiro del futbolista, ojalá que pase sano muchos años más.
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¿Qué te ves haciendo después del futbol?
Me gustaría formar una escuela de porteros, especializada solo en eso, y creo que Nicaragua la necesita.
¿Hay algún portero que admirés?
Manuel Neuer, tiene mucha frialdad.
¿Qué tipo de arquero te considerás?
Me considero un portero de buen juego con los pies, bastante sereno y que trata de tomar la decisión más simple para no poner en riesgo la portería.