En 2004, Ramón Alex Centeno Roque permaneció más tiempo en su casa —en el residencial Las Colinas— que en el Sistema Penitenciario de Tipitapa, donde cumplía una condena por estafar y quebrar a dos bancos en Nicaragua. Sus privilegios como reo eran comparables con los del expresidente Arnoldo Alemán o el exdirector general de Ingresos, Byron Jerez. Entre febrero y abril de ese año consiguió una decena de permisos especiales que evitaron que durmiera en una celda de la cárcel La Modelo.
Hace unos días, el 2 de octubre de este año, Ramón Alex Centeno Roque fue detenido a las 5:30 de la mañana, a la altura del kilómetro 176 de la carretera El Sauce-León por transportar 1.4 millones de dólares presuntamente vinculados al narcotráfico. Los investigadores de la Policía, a través de la prueba de Scintrex Trace, encontraron que Centeno Roque tenía restos de cocaína en sus palmas y dorso.
No será la primera vez que existan pruebas para que Ramón Alex Centeno Roque permanezca un buen tiempo en la cárcel. En el año 2003 se abrieron hasta 17 causas penales en los juzgados de Managua, por las cuales se le condenó a él y a su hermano Saúl, a nueve años de prisión. Sin embargo, unos meses después ya contaba con privilegios especiales para no permanecer en la cárcel; en 2006 fue exonerado de los cargos, y en 2010 fue sobreseído por los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, que son controlados desde ese tiempo por el partido Frente Sandinista, que está en el poder desde 2007.
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Los nexos del partido rojinegro con los Centeno Roque son de vieja data. Hasta hace unos años, Fresialy Centeno Peralta, hija de Ramón Alex, era subdirectora de la Dirección General de Aduanas (DGA) y diputada suplente por el Frente Sandinista en la Asamblea Nacional. Otros hijos ocuparon cargos menores en la DGA y la Dirección General de Ingresos (DGI). Desde su liberación, hace 10 años, no se había escuchado hablar de esta familia en Nicaragua. ¿Qué ha pasado desde entonces?
LAPRENSA/Tomada de El 19 Digital.
Estafas
Sobre el escritorio del juez David Rojas se encontraban todas las pruebas de cómo quebraron el Banco Intercontinental SA (Interbank), el 7 de agosto del 2000. Rojas tuvo una colección de 32 volúmenes de 16 expedientes con diferentes acusaciones criminales acumuladas, en las que se detallan los más de cinco modus operandi que perfeccionó la banda encabezada por Ramón Alex Centeno Roque y sus hermanos, Saúl y Alvin.
Entre los documentos había montos saqueados, documentos falsificados, cheques sin cobrar, ventas judiciales amañadas, préstamos sin garantías, entre otros ilícitos. Una investigación de El Nuevo Diario en el año 2003, basada en documentos de la Junta Liquidadora del Interbank, afirmó que la pérdida ascendió a unos 164 millones de dólares, que llevaron al cierre de este banco.
Los hermanos Centeno Roque aparecieron en las 17 causas penales interpuestas por la quiebra del Interbank, por los delitos en su mayoría de estafa y asociación ilícita para delinquir. “No hubo ninguna sanción contra nadie. Todo quedó en el olvido y en la total impunidad, apelando a la memoria corta de la sociedad nicaragüense. Todos los implicados salieron alegando una u otra enfermedad, usando subterfugios”, dijo Rodolfo Delgado Cáceres, quien fue presidente de la Junta Liquidadora del Interbank.
El consorcio Agropecuario Comercial (Conagra) de los Centeno Roque fue el más beneficiado con los préstamos que llevaron a la quiebra del Interbank. “Es una barbaridad. Nosotros como Procuraduría General de la República de esa época demostramos fehacientemente el actuar delictivo de los investigados”, dijo el fiscal general de la República de entonces, Julio Centeno Gómez, cuando conoció que los magistrados de la Corte habían sobreseído a todos los condenados, entre ellos los hermanos Centeno Roque.
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¿Cómo lo hicieron?
Los hermanos Centeno Roque recibieron créditos de parte del Interbank y el Banco del Café por un monto de 75 millones de dólares. Para poder recibir esa cantidad se coludieron con unos miembros de la junta directiva, ya que solo ellos podían aprobarlos. Pero la estafa consistió en entregar tierras, como garantía para los créditos, que estaban ocupadas por campesinos, no les pertenecían; estaban hipotecadas o embargadas a favor de otras sociedades o bancos.
En el año 2000, LA PRENSA detalló uno de los modus operandi de los hermanos Centeno Roque para apropiarse de las tierras. A través de una empresa llamada Agresami ofrecían ayuda crediticia a productores, pero luego creaban una crisis para quitarles las fincas por los montos que les habían prestado.
Dos productores explicaron a este periódico que el plan consistía en que ellos otorgaban financiamiento para cosechar café con el compromiso de que les vendieran la totalidad de la producción. Sin embargo, en el momento del corte del café, los hermanos Centeno Roque suspendían los desembolsos financieros o les daban cheques sin fondo. Los cortadores abandonaban el corte porque las agropecuarias no podían pagar y esto causaba complicaciones a los productores para cumplir los contratos.
A los hermanos Centeno Roque no les interesaba el pago de la deuda, sino quitarles las fincas y por eso acusaban a los directivos de las cooperativas por estafa. De esta manera ellos quitaron unas nueve fincas cafetaleras entre Jinotega y Matagalpa, según constató LA PRENSA. Desde ese tiempo se registró que contaban con la complicidad de Juvenal García, hermano de Edgardo García, quien fuera fundador de la Asociación de Trabajadores del Campo del Frente Sandinista.
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Origen
Los hermanos Centeno Roque fueron unos campesinos reconocidos de Quilalí y San Juan de Río Coco. Lo que sorprendió a todos en la zona fue la manera en la que escaparon de la pobreza de forma acelerada, hasta convertirse en empresarios fuertes en toda Nicaragua.
Ramón Alex siempre fue el líder y estratega de la familia. Saúl era el operativo, mientras que Alvin y Martha, otros dos hermanos, desempeñaban labores administrativas y de vigilancia de los bienes. También había otros familiares, quienes estaban al frente de empresas en todo el país: desde Rivas hasta Chinandega, desde Nueva Guinea hasta Las Segovias.
No se conoce cuál fue el origen de sus fondos iniciales. Ramón Alex dijo a LA PRENSA en agosto del año 2000 que su éxito era “el resultado de la unión de los recursos de las familias Centeno Roque y financiamiento del Banco Interamericano de Integración Económica (BCIE), del Banco Platina y Tower Bank de Panamá, entre otros bancos nacionales”.
En su mejor momento, Ramón Alex —moreno, partido al lado y bigote espeso— vestía de saco y corbata. Se codeaba con magistrados como Roberto Rivas, expresidente del Consejo Supremo Electoral, o banqueros como Francisco Mayorga.
En el 2000, Ramón Alex le dijo a LA PRENSA que su familia siempre tuvo dinero “porque mis padres trabajaron duro”. Sus padres fueron Miguel Centeno e Irma Roque Amador, quienes desde Estelí y Condega se asentaron en San Juan de Río Coco. “Con la herencia de sus padres (abuelos de Ramón Alex) compraron una finquita en 1938, en la que empezaron la producción de café y ganado. Por eso decimos que conocemos nuestro negocio. Así iniciamos nuestra vida, bajo los plantíos de café, bajo las patas de las vacas y entre granos básicos”, agregó Ramón Alex.
Según esta versión, los abuelos de Ramón Alex heredaron a sus padres en Condega algunas tierras con ganado. Esto fue el capital inicial que sus padres habrían ocupado para comprar una finca y desarrollar la producción de café. “En ese tiempo, quien tenía 350 o 450 manzanas era un productor muy respetado. Mi papá llegó a tener 450 manzanas de café, varias propiedades ganaderas”, dijo Ramón Alex.
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Sin embargo, en esas tierras se cuentan historias totalmente distintas, como que los Centeno Roque en realidad eran una familia muy pobre, en la que el papá vendía cuajadas y los hijos lustraban zapatos. A don Miguel, además, lo recuerdan como un agente comprador de café un tiempo después, en lugar de un productor fuerte de café.
Los hermanos Centeno Roque eran seis. A uno de ellos, Federico, lo asesinó una banda delictiva en 1994, mientras viajaba de Quilalí hacia San Juan de Río Coco.
Ramón Alex dijo que se graduó de ingeniero agrónomo en Estelí. Aunque hay algunas versiones que apuntan a que fue miembro de la Seguridad del Estado en los años 80, él dijo que cuando echaron preso a su papá en 1981, porque el Frente Sandinista sospechaba que era somocista, se hizo cargo de todo el patrimonio de la familia. Sus otros hermanos salieron huyendo del Servicio Militar y es por eso que su papá le dijo “que aumentara el patrimonio. Toda mi familia ha girado alrededor mío”.
En la entrevista señaló que en los años ochenta trabajó importando mercadería y que fue el primero en traer vehículos y repuestos usados al país; además de electrodomésticos y pacas de ropa usada. Su empresa se llamaba Ramón Alex Centeno, pero cuando regresaron sus hermanos a Nicaragua desarrollaron el grupo Hermanos Centeno. Desde ese entonces empezaron a buscar los créditos que llevaron a la quiebra a dos bancos en Nicaragua.
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Captura
Los hermanos Centeno Roque huyeron del país en febrero de 2002, cuando se ordenó su captura por estafa, defraudación y asociación ilícita para delinquir. Salieron por La Pintada, Estelí, e ingresaron ilegalmente a Honduras por el puesto fronterizo de Las Manos, y desde entonces se les comenzó a buscar en ese país.
Ramón Alex fue capturado en una operación conjunta de las fuerzas especiales de asalto, los “Cobra” de la Policía Nacional Preventiva de Honduras (PNP) y agentes de Inteligencia de la Policía Nacional de Nicaragua sobre la carretera a Choluteca en julio de 2002.
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Al momento de su captura, Ramón Alex Centeno Roque estaba aterrorizado porque creía que era una agrupación del Ejército de Nicaragua que lo había mandado a capturar, ya que presuntamente hay militares que tenían rencillas con él por asuntos de negocios.
Según el comisionado Marlon Montano, jefe de Relaciones Públicas de la Policía en ese entonces, Ramón Alex cambió su apariencia física para no ser identificado: su estilo de peinado, se dejó crecer el cabello, no usaba anteojos de medida y se quitó el bigote. Además, nunca permanecía más de una noche en un lugar y se alojaba en hospedajes de bajo precio para no llamar la atención.
Actualidad
Desde que fueron sobreseídos en 2010 se dejaron de escuchar noticias sobre los Centeno Roque. Una de las que llamó más la atención fue la detención de Alex Ramón Centeno Peralta, hijo de Ramón Alex y Norma Peralta, acusado del robo de una camioneta Toyota Hilux en 2016.
Juan Carlos Reynosa, propietario de la camioneta, dijo que le había prestado el vehículo a Centeno Peralta para que lo probara porque supuestamente estaba interesado en comprarlo. Sin embargo, durante meses desapareció con la camioneta y no contestaba sus llamadas. “Nos dimos cuenta que es una banda la que anda haciendo estas estafas”, dijo Reynosa.
En 2009, un año antes de que Alex y Saúl fueran sobreseídos por la Corte Suprema de Justicia controlada por el Frente Sandinista, Fresialy Centeno Peralta, hija de Ramón Alex y hermana del muchacho acusado del robo de la camioneta, fue nombrada subdirectora de la Dirección General de Aduanas.
Según pudo constatar LA PRENSA, Fresialy permaneció en el cargo de la DGA hasta 2015. Además de ocupar ese cargo, fue diputada suplente de la Asamblea Nacional entre 2012 y 2017. Una fuente dijo que fue sustituida de ambos puestos por supuestas anomalías durante su gestión en la DGA.
Fresialy es casada con John Matamoros Acuña, uno de los operadores de Fidel Moreno en la Alcaldía de Managua. En 2015 Matamoros fue nombrado director del nuevo Fondo de Inversión Social de Emergencia (FISE), aunque unos años después fue sustituido del cargo.
Un documento de la Contraloría General de la República del 3 de agosto de 2018, al que accedió LA PRENSA, indica que había incumplido con la Ley de probidad para servidores públicos por una alteración en la declaración de su patrimonio. Sin embargo, un mes después la institución revocó la resolución.
En sus redes sociales, Matamoros Acuña exhibe fotografías con Daniel Ortega y Rosario Murillo, y Fidel Moreno en la Plaza de la Fe, en la celebración del 19 de julio. Mientras tanto, su suegro, Ramón Alex Centeno Roque, vestido de azul, ya enfrenta un proceso por narcotráfico en su contra. “Le dije (a los policías) que no me fueran a involucrar con otras cosas”, dijo Ramón Alex Centeno el día que fue presentado ante la juez. Aunque encontraron pruebas de cocaína en su cuerpo, él dijo que solo se responsabilizaba por 6 mil dólares que ese día andaba en su camioneta “para pagar la planilla de trabajadores” de una supuesta finca que tiene en Estelí.