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Este será el segundo intento de Iuliana Rizo por estudiar una carrera universitaria. LA PRENSA/Cortesía

La historia de una estudiante que pagó un curso de preparación para el examen de admisión en la UNI

"Yo prefería hacer examen", dice Iuliana Rizo. Llevaba dos meses preparándose para entrar la UNI y ahora sus planes cambiaron

Iuliana Rizo Blandón se estaba preparando desde hace dos meses para realizar el examen de admisión en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), en Managua, y obtener así un cupo en la carrera de Arquitectura. Pero este 12 de octubre sus planes cambiaron al conocer el anuncio del Consejo Nacional de Universidades (CNU) de que se suspenden los exámenes de admisión en todas las universidades públicas del país.

Rizo, quien es originaria de Jinotega, estaba confiada que con el curso por el que pagó 200 dólares (6,925.74 córdobas al tipo de cambio actual) lograría buenos resultados en el examen de matemáticas, el examen psicométrico y el examen de aptitud que solicitaba la universidad. Ahora, con el anuncio, asegura estar nerviosa y preocupada por si logrará entrar.

“Sentía que estaba aprendiendo más y que estaba reforzando lo que ya sabía; y me sentía más o menos lista porque todavía no habíamos visto todo, pero en lo que ya habíamos visto me sentía lista”, cuenta.

El sentimiento de Rizo está justificado. Especialistas en educación afirman que la decisión de eliminar el requisito del examen de admisión es un golpe a la educación superior. Cefas Asensio, especialista en Educación para el Desarrollo Humano Sostenible, asegura que este refuerza el proceso de selección del estudiante y revela los conocimientos, habilidades, competencia de raciocinio y análisis y nivel de vocación del joven.

«Es un golpe maestro a la educación superior porque se asume (la decisión) en bloque (todas las universidades públicas), al hacerlo en bloque lo que estamos hablando es de un efecto dominó donde se deja ver una línea partidaria, donde todos hacen lo que se ordena. Todas las universidades dicen sí y no hay un sentido de autonomía (…) Es una decisión política que el efecto es demoledor a la calidad educativa», dice a LA PRENSA el especialista.

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Sobre la inversión que hizo para el curso de preparación, Rizo asegura que todo lo que ha aprendido y reforzado le servirá para su carrera universitaria.

Este será el segundo intento de Rizo por estudiar una carrera universitaria. A inicios de este año ingresó a una universidad privada en Managua para cursar la Administración Turística y Hotelera en Managua, pero tuvo que dejar los estudios debido a la pandemia del Covid-19. Ahora, sus padres le aconsejaron que siguiera estudiando “que me preparara y que saliera bien en el (examen) psicométrico para así ya no perder otro año”, cuenta.

Más de 8 mil estudiantes aprobaron el examen de admisión este año en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en Managua. LA PRENSA/W.LÓPEZ

¿Qué es un examen psicométrico?

Sobre el examen psicométrico, Rizo dice no estar muy clara sobre qué trata, pero está segura de que debe prepararse mejor y salir bien. De hecho, esta semana, la profesora quien le imparte el curso abordaría esta parte.

La psicóloga clínica Claudia Paguaga Cuadra explica que los tests psicométricos se encargan de “medir cualidades psíquicas del individuo en diferentes tipos, algunos tienen las medición de la inteligencia, por decir la edad mental, la edad cronológica; otros miden los rasgos de personalidad, cómo tendés a reaccionar, sus factores de personalidad; otros miden la parte de tu interés vocacional, tu interés de aprendizaje y en qué te gustaría enfocarte en el estudio. Tienen distintas formas”, explica.

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En el caso de los test psicométricos que se aplican en las universidades, Paguaga señala que a la persona se le realiza una entrevista para conocer sus intereses, actitudes, habilidades, así como test de orientación vocacional para conocer qué es lo que le gustaría estudiar y finalmente un test para medir sus intereses, actitudes y las habilidades, “porque te puede gustar algo, pero tal vez no sos tan bueno para eso”, dice la especialista.

Paguaga sostiene que este tipo de pruebas son confiables y que además permite conocer el carácter y la parte emocional de la persona. “Al final el test psicométrico no es un test valorativo en el sentido que no te da una nota, es más intereses, aptitudes, vocación, personalidad, madurez, edad, inteligencia, es algo que se puede manejar más fácil. No lo medís solo porque el estudiante no sepa los números o no sepa matemáticas sino que lo medís por esos intereses”, dice.

Sobre la aplicación y duración, Paguaga explica que normalmente se realiza del psicólogo al estudiante porque permite valorar también por medio de la observación y en dependencia del tipo de test que se aplique estos pueden durar desde 45 minutos a una hora; y hasta una hora y media. También hace mención de que este tipo de test se pueden realizar en línea dependiendo de qué es lo que se quiere medir en la persona.

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De los 3,184 jóvenes que realizaron el examen de admisión este año en la Universidad de Ingeniería (UNI), solo 1,350 fueron admitidos. LA PRENSA Oscar Navarrete

Sí los exámenes son iguales o diferentes para los postulantes a las carreras de ingeniería o a las licenciaturas, Paguaga señala que son iguales pero unos pueden ser más específicos que otros y cita el ejemplo de que en las carreras de ingeniería o administración si se necesita la parte numérica pues se debe conocer las habilidades en ese aspecto.

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¿Qué cambios genera en los cursos de preparación?

Carlos Aburto, del centro de entrenamiento matemático Math For All en Managua, asegura que con este cambio en la metodología de selección de las universidades públicas realizaron una reunión con los padres de familia de los estudiantes que llevan el curso desde el pasado mes de agosto y acordaron mantener el programa inicial del curso, teniendo como base que las matemáticas son fundamentales en el aprendizaje, pero aumentando la realización de test psicométricos para preparar mejor al bachiller. “Seguiremos tratando de aminorar las deficiencias que presentan los estudiantes, ayudándoles a entender y dominar las matemáticas, hacerlas una herramienta para resolver situaciones reales”, dice Aburto.

En el caso de Centro Matemático (Cemat-Masaya) con esta decisión reducirá el tiempo del curso que inició el pasado 5 de octubre de cuatro y tres meses a dos meses; así como su costo, aseguró Fabio Sánchez, miembro del centro. Así como el plan del curso, que inicialmente preveía Matemática y Lengua y Literatura tanto para la UNAN como para la UNI; y la parte de razonamiento abstracto para la UNI. “La idea es ayudar a los muchachos en ese sentido de las habilidades cognitivas que ellos deberían de desarrollar aún más”, asegura Sánchez.

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