Román González entró a un terreno desconocido para el boxeo nicaragüense cuando regresó a la élite noqueando a Khalid Yafai. A los 33 años ningún campeón mundial del terruño se ha sostenido en la grandeza de su división a nivel mundial. Alexis Argüello, el más grande ídolo del pugilismo en el país, volvió a los 33 años en 1985 contra Pat Jefferson tras haber caído en dos impresionantes peleas contra Aaron Pryor y haber pasado dos años sin boxear. El Flaco Explosivo lo noqueó en cinco asaltos y en 1986 liquidó en cuatro rounds a Billy Costello para retirarse a los 34 años, hasta su sorpresivo tercer retorno en 1994 a los 42, sin ninguna repercusión.
Ricardo Mayorga a los 33 años consiguió enfrentar a Óscar De La Hoya en 2006, en una pelea que le dejó 1.5 millones de dólares, pero fue destrozado en seis asaltos, a partir de ahí logró su último triunfo importante el siguiente año ante Fernando Vargas (a punto del retiro) para iniciar su decadencia y convertirse en un puente para el brillo de sus rivales. Por otro lado, el caso de Rosendo Álvarez no fue tan diferente al de los demás. Cuando cumplió 33 años enfrentó al Beibis Mendoza por segunda vez, luego empató ante Víctor Burgos y volvió a vencer a Mendoza un año después por decisión dividida, pero los estragos de una mala preparación y problemas con la categoría eran evidente; posteriormente, no consiguió ningún triunfo importante hasta su retiro en 2006 tras ser noqueado por Jorge Arce y luego su reaparición seis años después con 42 años para ser descalificado en Nicaragua.
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Recientemente, Chocolatito brindó unas declaraciones para TV Azteca en donde envió dos señales importantes sobre el paso del tiempo en su cuerpo. “Los reflejos son diferentes, a los 20 años no es lo mismo que a los 33 años y el peso es más difícil de marcar, muchas cosas pasan que te das cuenta que la juventud se va y se va, pero cuando uno se cuida ayuda mucho. Yo nunca he tomado y fumado, no me gusta, quizá eso me ha mantenido”, indicó el actual monarca de las 115 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
En otra intervención en ESPN, Chocolatito reveló la ruta de su futuro, al menos sus deseos: “Me gustaría ganar un título en las 118, sino retirarme como campeón en las 115 libras, esperando en Dios que los planes se hagan realidad”. De conseguir palpar esos anhelos el tetracampeón nicaragüense sería el primer pugilista del país en conseguir colgar los guantes tocando el cielo y cubierto de gloria, rompiendo con el declive de los 33 años que ha sido una sombra difícil de superar para los campeones pinoleros.