Román González aún no es un artista del declive, reflejó tener la puntería intacta, pulmones de un escalador, resistencia de un maratonista y defensa italiana. Hay rivales que tragan golpes y los asimilan como esponjas y el mexicano, Israel “Jiga” González, fue uno de ellos, realizando una pelea valiente, pero limitada, dedicándose a sobrevivir durante los 12 asaltos e intercambiar golpes en algunos momentos buscando la sorpresa. Chocolatito defendió por vez primera su título mundial de las 115 libras de la Asociación Mundial de Boxeo por decisión unánime (118-110, 117-111 y 116-112), cumpliendo con los pronósticos, no en el desenlace pero sí en la paliza propinada al púgil azteca, su víctima mexicana 19.
Chocolatito mantuvo su instinto carroñero teniendo el ritmo del combate, yéndose desbocadamente a la ofensiva sin miedo a morder el polvo. Lo de González es puro espectáculo, sabe que a él solo se le exige lo óptimo. En el primer asalto mandó señales de lo que sería su camino, inició con el jab y continuó soltando su mano derecha en volado. Jiga intentó moverse para desequilibrar al nicaragüense, no obstante Chocolatito lo mantuvo como un chicle pegado a su zapato. El monarca de la AMB hizo alarde de su defensa, mostró una de esas cualidades de sus mejores momentos, quitándose golpes como si fuera un ganador de guante oro. La presión continuó en el tercero pegando a su antojo, desgastando con un gancho al hígado y finalizando con una izquierda al rostro que tambaleó al mexicano.
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En el cierre del cuarto, el mexicano penetró la defensa de González, pero fue insuficiente para adueñarse del asalto. En el quinto se dedicaron ambos peleadores a tomar aire. Chocolate imprimió largas combinaciones y Jiga empezó a convertirse en un peleador de momentos. A partir del sexto, cada asalto se convirtió en una fotocopia del anterior favorable al nicaragüense, lanzando combinaciones sin pausas, viendo como Jiga sobrevivía gracias a su gran preparación, pero el combate estaba casi definido, la única incógnita latente era si Chocolatito podría noquear.
En el décimo asalto, en un momento de pausa de Román, el azteca trató de sorprender, su único round que lo vi ganar. Combinó muy bien el one-two y penetró en tres ocasiones su mano derecha en recto con contundencia. A pesar que Chocolatito tenía la pelea en el bolsillo, tomó el riesgo de continuar hacia el frente y arriesgarse en el fajo en los dos últimos asaltos. Con la adrenalina adentro lo único que quería era ver a su oponente en la lona. Al final no lo consiguió, Jiga fue un McWilliams Arroyo, quien en 2016 le soportó la pegada a González, nada más, sin causar ningún problema.
Un valiente peleador azteca fue aplastado por Chocolatito, quien reflejó una vez más que su retorno no es un espejismo de la realidad, sino algo palpable.