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Elwin Soto y Carlos Buitrago. LAPRENSA/TOM HOGAN/GOLDEN BOY PROMOTION

“Parece que no quería ganar”. Carlos Buitrago falla en su sexta oportunidad de ser campeón mundial

La pelea se volvió plana, sin sabor, un café sin azúcar o un atardecer sin sol. El ritmo se volvió automatizado, el muchacho que debería presionar iba hacia atrás y el campeón a la caza pero sin las suficientes balas

Cuando Carlos Buitrago se dirigió a su esquina al terminar el séptimo asalto, su entrenador, el boricua Joel Díaz, le habló con crudeza: “No estás demostrando nada”, y más adelante en el desenlace del noveno fue aún más allá: “Parece que no querés ganar”. En esas palabras está reflejada la pelea. Chocorroncito nuevamente decepcionó. Demostró en la primera parte  grandes habilidades técnicas que esquivaban los golpes del campeón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) de las 108 libras, Elwin Soto, con movimientos de cintura pero se quedó en lo mismo a medida que iba perdiendo velocidad. Su pelea fue insuficiente para conseguir romper su ristra de derrotas por cetros mundiales y las aumentó a seis, cayendo por decisión unánime (119-109, 117-111 y 115-113) en Indio, California.

Buitrago corrió con suerte de tener en frente a un campeón endeble, sin la capacidad de cerrar las salidas y sin realizar la pelea en corto como le convenía. Chocorroncito mantuvo la distancia con el jab, retrocedía constantemente buscando la pelea en contragolpe y conectó su mano izquierda en repetidas ocasiones en los dos primeros asaltos.  Soto, conocido como la Pulga, ganó su primer round en el tercero con la derecha en volado martillando el rostro del retador y la izquierda en gancho. En los dos siguientes asaltos el campeón fue creciendo, asentando cada vez mejor su izquierda en cruzado a la cabeza.

La pelea se volvió plana, sin sabor, un café sin azúcar o un atardecer sin sol. El ritmo se volvió automatizado, el muchacho que debería presionar iba hacia atrás y el campeón a la caza pero sin las suficientes balas para liquidar a la presa. De repente, la Pulga descargaba su mano derecha y sacudía al nicaragüense. No obstante, sus herramientas eran tan limitadas que no podía ser ni constante ni efectivo.

Se imaginan a Fangio conduciendo en reversa para ganar la Formula 1 o a un bateador corriendo hacia tercera. En el boxeo han existido sus excepciones de peleadores en retrocesos y cinturas elásticas complicadas como Whitaker, Mayweather o Locche, pero Buitrago no tenía nada de ellos como para pelear de esa manera. Lo raro es que parece un joven con una gran técnica pero sin el fuego ni espíritu de tirar golpes y arriesgarse para alcanzar su sueño. Nadie en la historia de Nicaragua había tenido tantas oportunidades. Chocorroncito fue más de lo mismo: Sabillo, Freshmart, Kyoguchi, Acosta y ahora Soto. Cuánta razón tenía Díaz: “Parece que no querés ganar”.

Lea también: Los números que evidencian la derrota de Carlos Buitrago.

Deportes Carlos Buitrago Chocorroncito

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