Corea del Norte
Es el país más sancionado del mundo y con frecuencia es usado como el mejor ejemplo de la “ineficacia” de las sanciones como método para desbancar dictaduras. Corea de Norte ha sido sancionado por el Consejo de Seguridad de la ONU y unilateralmente por Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
Pero “el aislamiento no sirve con unos líderes vocacionalmente aislados, sin desgarros morales para derivar a sus súbditos las escaseces y con una probada habilidad para el contrabando”, analiza el diario español El Periódico en un artículo de 2016.
Las sanciones económicas al reino de los Kim iniciaron con la entrada de Estados Unidos a la Guerra de Corea (entre Corea del Norte y Corea del Sur) y se reforzaron en 2013, luego de la expansión del programa norcoreano pacífico nuclear. A la fecha casi todas las formas de ayuda, actividad financiera y comercio con el país están prohibidas.
Siria
El programa de sanciones “impuesto por Estados Unidos y la Unión Europea contra Siria es uno de los más amplios e incluye un embargo sobre material que podría ser usado para la represión interna, así como una prohibición de comerciar con el país por petróleo y sus derivados”, detalla la BBC en el texto “¿Cuáles son los países con más sanciones internacionales?”.
Siria ha recibido sanciones a través de décadas, desde que en 1979 fue calificado como uno de los estados promotores del terrorismo.
Las sanciones cobraron fuerza tras el inicio de la guerra civil siria en 2011, en medio de fuertes denuncias internacionales contra el régimen de Bashar al-Assad por reprimir civiles y manejar mal la crisis de refugiados. Sobre el país también pesan sanciones en materia de inversiones, actividades financieras y transporte.
Libia
En 2011 el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ordenó sanciones en contra de Libia, motivadas por violaciones de derechos humanos. Estas incluían un embargo de armas y otro de material bélico. Este año el Consejo y la Unión Europea (UE) también han impuesto sanciones contra personas y empresas específicas, que incluyen la prohibición de viajar y la congelación de activos. Actualmente la UE prohíbe viajar a 16 personas que figuran en la lista y ha congelado los activos de 20 personas y 19 entidades. Además, Francia, Alemania e Italia amenazaron con sanciones contra aquellos países que sigan violando el embargo de armas.
Venezuela
Estados Unidos ha aplicado numerosas sanciones unilaterales contra empresas y funcionarios del régimen de Nicolás Maduro, en Venezuela. Las primeras se dieron bajo la presidencia del demócrata Barack Obama, cuando el gobierno estadounidense congeló bienes y cuentas bancarias de siete oficiales y altos funcionarios del régimen venezolano y les prohibió ingresar a Estados Unidos o hacer negocios con ciudadanos estadounidenses.
A partir de entonces año con año se han apretado las clavijas. Solo de enero de 2019 a febrero de 2020 Estados Unidos sancionó a 52 individuos, 76 empresas y 55 buques petroleros relacionados con el gobierno de Venezuela, según datos de la Voz de América. La Unión Europea también ha establecido sanciones contra el régimen de Maduro.
Cuba
Más que sanciones, Estados Unidos mantiene contra Cuba el embargo económico más duradero. “La isla caribeña no es objeto de castigos multilaterales.
Solo Estados Unidos, su viejo enemigo ideológico, mantiene un embargo comercial y financiero desde los años 60, originado por la expropiación de empresas estadounidenses tras el triunfo de la revolución cubana”, destaca la BBC Mundo en un texto publicado en 2016.
Las sanciones solo pueden ser levantadas formalmente por el Congreso de Estados Unidos, pero se han mantenido a lo largo de décadas, en gobiernos republicanos y demócratas.
Menciones especiales
Otros países que han recibido sanciones de parte de Estados Unidos son Sudán (acusado en 1997 de apoyar los intentos de desestabilizar a los gobiernos de la región), Rusia (Estados Unidos y la Unión Europea impusieron un paquete de sanciones sobre personas y empresas rusas en respuesta a la anexión de la península de Crimea en 2014) y Ucrania (las sanciones estadounidenses y de la UE se centraron en altos dirigentes y organizaciones involucradas en la revuelta separatista pro-Rusia en el este de Ucrania y en Crimea).
