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Es un cineasta nicaragüense que estuvo nominado al Óscar en 2015 por su cortometraje documental “La Parka”. Ahora regresa con su primer largometraje documental “El mito blanco” —que le tomó cuatro años—, una mirada crítica y reflexiva sobre el racismo, migración e identidad.
Comida favorita.
Indio viejo.
¿A quién invitaría a tomar un café?
Al fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado.
¿Ha estado cerca de la muerte?
He estado en espacios donde después han ocurrido muertes. Por ejemplo, una vez, a los tres días de haber estado en el aeropuerto de Turquía, explotaron unas bombas en el lugar.
¿De qué tema le avergüenza saber poco?
De carros, no sé mucho sobre eso.
Una palabra que le defina.
Ganoso, que le echa ganas, como dicen los mexicanos.
¿Qué es lo primero que hace al levantarse?
Poner dos huevos a hervir para hacer un jugo para mi pareja y para mí.
¿A qué personaje nicaragüense le gustaría conocer?
Al filósofo Alejandro Serrano Caldera. A mí me encanta la Filosofía e incluso tenía una revista en la UCA, donde estudiaba. Siempre quise hablar con él.
Un sueño que no ha cumplido.
Que gane Lionel Messi el Mundial de Futbol (ríe).
¿Qué quería ser de niño?
Futbolista.
¿Blanco o negro?
Me gusta el contraste, el negro me gusta más.
¿Cuántos tatuajes tiene?
Tres.
¿Qué película recomendaría para ver?
“Atlantique”. Está en Netflix.
Libro favorito.
Una colección de cuentos de Horacio Quiroga.
Actor preferido.
Charles Chaplin.
Frase favorita.
La felicidad no es una estación a la que se llega, sino una manera de viajar.